…Que Toño es un artista con mayúsculas, a nadie le cabe la menor duda. Desde siempre ha destacado por su faceta de músico, cantante, escritor, compositor, cartelista, acuarelista, retratista…, pero a pesar de su sencillez y su afán de quitar importancia a todo lo que hace, han sido sus múltiples actuaciones y trabajos, los que a lo largo de su trayectoria artística, se han encargado de demostrar a todos los que lo admiramos, que es extraordinario en cada uno de los proyectos que emprende.
Su constante alegría y las ganas de aprender, se unen a ese amor que siente por la cultura y el arte en general, en todas sus facetas. Hace años, lo conocí formando parte de TST y por sus retratos callados de la ciudad plasmados en sus carteles festivos, con su eterna sonrisa y un guiño cómplice colándose en aquel logotipo blanquinegro del Carnaval. Pero, ha sido este Toño del siglo XXI, el que me ha demostrado que donde más a gusto se siente es junto a su guitarra o sus pinceles, retratando de una u otra forma su ciudad, el día a día de aquello que le rodea y que él interpreta, colocándolo a la altura más sublime del arte.
En solitario, en grupo, en uno u otro estilo musical, como cantautor, imitando al canalla de la voz rota, envuelto en ritmos folclóricos, con éxitos populares o desgranando las coplas de la sardina, se coloca el disfraz que la ocasión requiera y deja que las notas de su guitarra lleven su voz hasta los corazones de los que callados escuchamos sus melodías. La última vez que hablé con él, justo antes de escribir estas líneas, le dije que mi Charra preferida era La Charra carnavalera; aquella que surgió del I Congreso Nacional del Carnaval, cuando en el abarrotado salón de actos del centro cultural Infanta Cristina, nos demostraron que sin ser de Cádiz, estaban a la altura de aquella murga gaditana que nos visitaba para musicalizar el evento.
La Charra, compuesta por once músicos, todos ellos aportando lo mejor de sí mismos y ofreciendo al grupo una labor impagable, lleva el alma bañezana en cada uno de sus temas, la sangre carnavalera de la mujer que le dio nombre, el corazón roto por ese compañero fallecido, pero en mi opinión, lleva la eñe de Toño: esas letras alegres, festivas, a veces sarcásticas que se enfundan en la opinión bañezana y en el sentimiento carnavalero que se respira en todas las esquinas de La Bañeza.
