Hacía cuatro años que bañezanos y leoneses no podían desfilar juntos por las calles leonesas, hasta este sábado de Pasión, una jornada en que la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de La Bañeza y la Real Hermandad de Jesús Divino Obrero de León han renovado un compromiso de fraternidad que comenzó en 1996 y que ha ido creciendo año tras año, procesión tras procesión.
Nazarenos bañezanos con la réplica de la Piedad –obra de Gregorio Fernández– y hermanos de Jesús Divino Obrero con su paso de Las Tres Marías –de Víctor de los Ríos– han vuelto a desfilar juntos por el centro de la capital en un recorrido de cinco horas de duración pasando por lugares tan emblemáticos como la Plaza Mayor, la de San Marcelo o la Catedral, en lo que se conoce como “el viejo León”.
Un momento de la llegada de La Piedad a la Plaza de San Martín, saliendo de la calle Zapaterías. / Foto: Mauricio Peña
