La media veda en Castilla y León arrancó este lunes muy desigual en la Comunidad, con zonas como el norte de Burgos donde los cazadores se cobraron hasta 16 codornices y hasta ocho en Soria, pero otras como Valladolid, Zamora y Salamanca donde olo hubo una o dos capturas. En todo caso, los cazadores coinciden en que es mejor que la campaña anterior que pasará a la historia como la peor en 50 años. La única esperanza para los aficionados a esta práctica es que han avistado numerosos bandos de perdices y palomas torcaces por el campo que se podrán cobrar más adelante.
El presidente de la Federación de Caza en Valladolid, Jesús Hernández, aseguró a la Ical que la media veda en la provincia se abrió “ligeramente mejor” que el año pasado, lo que supone que los cazadores que salieron esta mañana al campo hayan cazado de media entre una y dos codornices. “Teníamos esperanzas de que hubiera más ejemplares porque habíamos visto numerosos bandos hace unas semanas pero parece que se han ido a otros lugares y nos hemos quedado con las ganas”, lamentó. Hernández lo justificó por las altas temperaturas registradas en el mes de agosto.
Una explicación que permite que la provincia de Burgos, con temperaturas más frescas por estas fechas, siempre tenga un mejor comportamiento en la media veda. Y eso que son zonas del norte, junto a Palencia y León, donde hay numerosas fincas de cereal sin cosechar, en las está prohibido cazar. Recuerdan que en la mayor parte de la Comunidad el trigo y la cebada ya han sido recolectados e incluso se ha recogido la paja, un lugar de refugio para las codornices.
Jesús Hernández lamentó que las modernas artes agrícolas, con el uso de mucha maquinaria como cosechadoras y empacadoras, son “incompatibles” con la existencia y la permanencia de las especies. De ahí que ningún cazador haya alcanzado el número máximo de piezas a cobrar por aficionado y día que fija la Junta en 30 codornices.
En el mismo sentido ya se pronunció el presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, Santiago Iturmendi, que subraya la necesidad de que la caza vaya “de la mano” de la agricultura. Es decir, que los campos con cotos de caza menor tengan unas condiciones aptas para la vida animal. En este aspecto, detalló que “existe la mala costumbre de pasar la grada a las fincas de cereal, sin dejar una brizna de paja en las fincas” y el uso de productos fitosanitarios que perjudican a la avifauna.
De ahí que advierta que llegará un momento en que la caza se agote en el medio rural, por lo que se dejará de percibir la renta más importante en estas zonas, al tiempo que instó a la administración regional a poner en marcha las medidas que contempla la PAC y a buscar fórmulas que permitan que el agricultor no merme su rentabilidad económica, pero que sea compatible con la vida animal.
La Junta de Castilla y León fijó 20 días hábiles para la media veda en Burgos, Palencia, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora; 19 para Ávila y León; y 17 en Salamanca. Las especies que se pueden cazar en la Comunidad son, según la resolución de la Dirección General de Medio Natural, codorniz, tórtola común (ocho ejemplares como máximo), paloma torcaz, urraca, corneja y zorro. Un retraso que está relacionado con la finalización del periodo de cría de muchos de estos ejemplares.
La media veda se cierra el 20 de septiembre. Para la tórtola común y la paloma torcaz se retrasa el comienzo de la época hábil al 21 de agosto. La caza de la perdiz deberá esperar hasta el cuarto domingo de octubre, como todos los años.
