Representantes de la Diputación de León y del sector azucarero insistieron hoy a la hora de rechazar el impuesto a las bebidas azucaradas que planteó el Gobierno, entre otros motivos porque consideran que es “inconsistente e inoportuno”, además de que perjudicará enormemente al sector así como al mundo rural. Así quedó plasmado en la reunión mantenida entre el presidente de la Diputación de León, Juan Martínez Majo, la directora de Relaciones Institucionales y Comunicaciones Externas de Azucarera Iberia, Isabel Vasserot, y los representantes de la fábrica azucarera de La Bañeza.
Vasserot reconoció que el impuesto “no tiene ningún sentido” porque se encuentra “fuera de toda razón” en el marco del apoyo a la remolacha que está dando el Gobierno regional. “No se puede apoyar por un lado y por otro denostar a través de un impuesto”, recalcó Vasserot, quien además recordó que el sector se encuentra en un momento en el que “todo tendrían que ser incentivos” para que los remolacheros se unieran a este cultivo.
También, estimó que se trata de una medida “ineficaz” porque no conseguirá frenar la obesidad y el sobrepeso. “Hagamos las cosas para que consumamos alimentos de una manera más razonable y el azúcar de manera moderada, y pongamos medidas de toda índole, pero no ataquemos al eslabón más débil que es el azúcar en este caso”, argumentó.
Por su parte, el presidente del comité de empresa de la azucarera de La Bañeza, Francisco Fernández, recordó que estamos en “la cuna de la remolacha y del azúcar” y no se puede permitir que un impuesto venga a “poner piedras en el camino” porque perjudica “seriamente” al sector, a la comarca y al mundo rural y los trabajadores. “No podemos permitir que el señor Montoro se saque este impuesto con el único afán de recaudar”, aunque por el momento están teniendo el respaldo de todas aquellas administraciones a las que han recurrido.
“Gestiones para frenarlo”
Por último, el presidente de la Diputación de León, Juan Martínez Majo, también expresó su rechazo “de manera rotunda” al impuesto y garantizó las “gestiones oportunas” para frenarlo, entre ellas una moción en la que esperó contar con el apoyo de todos los grupos políticos en la institución provincial. Además, Majo consideró la próxima desaparición de las cuotas como “una gran oportunidad” que permite la apertura de perspectivas “para ser competitivos y ganar a otros países”.
De cara precisamente a la próxima campaña, Francisco Fernández aludió a “datos esperanzadores” y auguró que va a ser “buena” y a registrar “unos números importantes”, al tiempo que abogó por trabajar para seguir creciendo. Vasserot apostilló que la situación de la planta de La Bañeza es “de optimismo” respecto al futuro y confirmó que Azucarera Iberia tiene “las puertas abiertas” para la recepción de remolacha la próxima campaña, en la que se espera “incrementar la producción de azúcar a partir de la remolacha de la comarca”.
“Una minicampaña”
Vasserot confirmó que todavía quedan alrededor de 300 hectáreas por arrancar en la zona de La Bañeza y aunque se prevén lluvias para los próximos días, se aseguró que el arranque se está produciendo “con tranquilidad” para que el suministro de la planta “sea eficiente” y no se vea frenado por la meteorología. “La idea es tener una minicampaña durante unos 20 días”, concluyó.
Momento de la concentración celebrada en La Bañeza el pasado mes de febrero. / Foto: Peio García - Ical
Quiero pensar que esta reunión también se plantearían otros asuntos por parte de la directora de Relaciones Institucionales y Comunicaciones Externas de Azucarera Iberia, Isabel Vasserot, y los representantes de la fábrica azucarera de La Bañeza, como son el parque de bomberos en La Bañeza, y temas medioambientales de la empresa dígase ruidos, olores, que a pesar de los diferentes anuncios de instalación de dispositivos para camuflarlos, o no se han puesto en funcionamiento o su rendimiento no ha sido el deseado y los residuos sólidos que en forma de ceniza o morceñas nos llueven del cielo de vez en cuando.