La parroquia de El Salvador tiene previsto anunciar durante la celebración solemne de la fiesta de Año Nuevo, el próximo martes, el ambicioso proyecto de reforma que pretende llevar a cabo en el interior del templo a lo largo del primer semestre del 2019, aprovechando la ejecución de las importantes obras de remodelación que el Ayuntamiento de La Bañeza ya ha adjudicado para esta plaza con un presupuesto de 217.000 euros y que impedirán el acceso adecuado de fieles a la iglesia hasta que estén terminados los trabajos.
La ejecución de las obras en la plaza del Salvador, que lucirá un nuevo aspecto donde el objetivo municipal es que los peatones puedan disfrutar de una zona con menos coches y se realce la belleza del templo de origen románico, tal y como adelantó este periódico, conlleva la pérdida de los bloques de hormigón y el traslado de la antigua farola a un rincón de la plazoleta, que pretende ser utilizada como ágora para la celebración de eventos musicales y culturales debido a la disposición de graderío que tendrá el acceso a la iglesia.
Este proyecto, que dará un nuevo aspecto a la Plaza del Salvador y a la calle La Torre, con pavimento a base de granito nacional y pizarra cabreiresa, también contempla una nueva iluminación exterior con el fin de que el templo “parezca otro” al que el actual párroco llegó hace algo más de treinta años con el fin de reavivar y modernizar una feligresía que en este tiempo cuenta con una coral polifónica, un Nacimiento espectacular, una asociación de peregrinos, un coro popular, innovaciones varias en cuanto a la celebración de la Eucaristía y una nueva imagen externa.
Pero para el párroco “la reforma no estará terminada” hasta que se ejecute el nuevo proyecto, consistente en convertir la Parroquia de El Salvador en ‘The Savior Pub Lounge’ por las noches y con una doble intención: atraer a la juventud a la iglesia y rentabilizar unas instalaciones cuyos costes “no pueden ser atendidos con los cuatro céntimos que la docena de feligresas de ochenta años para arriba dejan en los cepillos y en las cestillas”, apostilla el sacerdote muy convencido de sus pretensiones.
“Durante el día la parroquia será más o menos tal cual es ahora porque un templo es un templo, pero por las noches se desplegarán los altavoces de las columnas, bajará la bola de espejos, saldrán los paneles LED y se sustituirá el altar por una barra circular con taburetes alrededor”, explica el artífice del proyecto mientras no duda un segundo en asegurar que él mismo ejercerá de DJ. “Qué más da entonar lo de qué alegría cuando me dijeron, vamos a la Casa del Señor que cantar: qué delicia cuando me pusieron, un cubata de cola con ron…”, armoniza con tono de cura.
Y es que además de querer atraer a jóvenes –que falta le hace– y de buscar alternativas de financiación –que tampoco están nunca de más– aunque desde la parroquia se niegue un ataque de envidia porque es pecado, una de las razones de peso que han influido para llevar a cabo este proyecto es la marabunta de jóvenes, jóvenas, padres de familia de mediana edad y canosos, pero sobre todo chavales que la última vez que pisaron la iglesia del Salvador fue el día de su Primera Comunión, pero ahora no salen de un local cercano: “el indus, donde las copas son mejores y más baratas”, confiesa un tímido chaval preguntado por este periódico.
Así pues, en 2019 abrirá sus puertas el ‘The Savior Pub Lounge’, que aunque el párroco a veces piensa que debería traducirlo al latín porque canónicamente está mejor visto, sabe que en inglés suena mucho mejor y que a los “mozos de ahora les gusta esto de hablar en otro idioma”, pero remarca que al fin y al cabo la “esencia” del nombre no cambia demasiado y así en el obispado pondrán menos pegas, especialmente cuando sepan que va a ser la iglesia de toda la diócesis más divina –en todos los sentidos– y con mayor presencia de jóvenes en las misas del sábado y el domingo a las 08:30 de la mañana, que ya estarán allí cuando llegue su abuela para celebrar el Día del Señor.
Aspecto que presentará el interior del templo.
