Después de toda una semana de ensayos, el viernes acabamos a las diez y media y pude ver al Templete. Sentí mucho no asistir a la actuación de Servilleta Proyect Teatro para ver con qué nos sorprendían; algo me han contado. Sus propuestas son vanguardistas y muy interesantes.
El Templete acometía una obra de especial dificultad donde se alteraban las unidades de espacio y tiempo, haciendo cómplices a los espectadores. El teatro ya tiene fantasmas, Teo y Loli serán “pa siempre” nuestros fantasmas toda la eternidad. Ginés y Clavelito están llamados a ser nuestra pareja artística por excelencia, nuestros Bogart y Bergman en sus diferentes registros. Es impresionante cómo se mete Carmen en sus papeles hasta la emoción extrema. Todos los demás a gran altura, cada uno en sus papeles, bajo la batuta exigente de Javier G. Beaumont que para mí será siempre Javi Sangón. El público con ellos, como siempre.
Escribo este artículo después de la resaca de ayer. El sábado prometía. Por la mañana, venta de discos en la esquina de la Ferretería Ruiz. Se vendieron muchos discos para la comarca y para muchos forasteros que nos siguen en otros lugares de España. Por la noche, el concierto. La temperatura ideal para una noche de fiesta. La Charra acometía por primera vez el papel de orquesta de verbena. Mucho de nuestro público extrañó no poder escuchar al grupo sentado en una silla, pero la organización estimó que debía de ser en el formato verbena para facilitar el baile.
Apenas tuvimos tiempo para probar sonido y eso hizo que no nos sintiéramos tan cómodos en el escenario como en otras ocasiones, pero tratamos de conectar con el público que llenaba la plaza. Es muy bonito ver desde el escenario la plaza llena. Canciones de nuestro disco y poupurris de los 60, 70 y 80 que nos llevaron hasta las tres y media de la mañana. Con nosotros Diana Samprón y Ricardo García, a las percusiones y teclados como colaboradores de lujo. La peña Las Malvinas y el Sombrero disfrutando como saben hacerlo. El momento de la canción “como disfruta ese sombrero” cuando llega la estrofa de homenaje a Israel y su entrada en el cielo carnavalero como ayudante de Manolo “el negro”, con el encendido de una gran bengala roja, subió muchos enteros la emoción en toda la plaza.
El concierto estaba dedicado a las Pistas de Baile y Discotecas de La Bañeza. Había preparado un buen despliegue gráfico para proyectar. Por recortes en el proyecto no se pudieron usar a pesar de que le hubieran dado al concierto un valor añadido importante al transportar a los espectadores hacia momentos importantes de sus vidas. Una vez acabado el concierto, el descanso de una noche mágica en las terrazas. Nadie quería ir para la cama.
Hoy reconozco que estoy cansado, el esfuerzo de estos últimos meses ha sido muy duro. Tengo las vacaciones a tiro de piedra la primera quincena de septiembre y espero que me sirvan para descansar y poner orden en esta desordenada cabeza. Hay que parar para mirar lo andado y ver lo que queda de camino. No sé muy bien dónde estoy. He recorrido mucho, pero el camino que queda no lo veo claro. Necesito descifrar muchos interrogantes en el trabajo, los estudios y las actividades artísticas que práctico. Mi doctorado me pide a gritos más dedicación y se la voy a dar.
Me estoy poniendo melancólico. Normalmente, me pasa después de un esfuerzo importante y La Charra, está noche, lo ha dado todo, como siempre. Esa plaza llena y la gran aceptación de nuestro último disco es el mejor premio que podemos tener. Gracias.