
Una imagen del Canal del Páramo. / Foto: CHD
El embalse de Villameca y el Barrios de Luna, de los que se riegan buena parte de las comarcas bañezanas, finalizan 2022 recuperándose de la sequía que han vivido hasta prácticamente el mes de noviembre. El que mejor comportamiento está teniendo es el de Villameca que, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) de este jueves, se encuentra al 41,6% de su capacidad total con 8,3 hectómetros cúbicos de los 20 totales y ya dentro de la media de los últimos 10 años.
Por lo que respecta al embalse de Barrios de Luna, que tiene actualmente 104,5 hectómetros cúbicos, está en el 33,9% de su capacidad total (308 hectómetro cúbicos) y con 40 hectómetros menos que la media de los últimos 10 años. Es el que menos agua almacena comparativamente con el resto de pantanos de la provincia.
En cuanto a la situación general del agua embalsada en los cuatro pantanos de la provincia, se encuentran en el 43,9% de la capacidad total. Esta situación se produce a pesar de que tras un año en general bastante seco, y muy necesitado de los recursos almacenados sobre todo durante el verano, en las últimas semanas se han vivido amplios episodios de precipitación, hasta el punto de que, por ejemplo, sólo en los últimos siete días los embalses de la cuenca en la provincia aumentaron de golpe más de 51 hectómetros cúbicos. En el mayor de León, Riaño, hay 306 hectómetros cúbicos frente a 426,8 de finales del pasado año; y en el Porma, había 200 y hoy son 145 los que se sitúan detrás de la presa.