La Bañeza ya huele a carnaval. A carnaval de Interés Turístico Nacional. Y me duele ¡Ay Carnaval, ay, ay, ay! Me duele porque mi esqueleto se empieza a atrofiar y tengo que guardar las distancias con la juerga. ¡Ay carnaval! / que está lloviendo / como me mojo por fuera / también me mojo por dentro”.
Me duele además por la elección del pregonero. No lo conoce ni dios. O tal vez sí y no nos damos cuenta. No, que no venga nadie a decirme que me jode porque no me han nombrado a mí. No, yo ya pasé por esa distinción, por ese honor, por ese homenaje, por esa ilusión; amén de haber sido también juglar de la Musa del Carnaval Bañezano. Me explico. Y es que este año, por primera vez, y sirviendo de precedente para ediciones venideras, la proclamación de la Musa y el pregón de carnaval se unen. Y el Ayuntamiento, en su afán de dar pábulo a la fiesta hasta en Valladolid, ha dado el cuarto del pregonero al director regional de Onda Cero y Antena 3, Ignacio Fernández Sobrino. Y muy señor mío.
Es lo que hay. No sabrá, nada más que por oídas si llega el caso, de nuestro carnaval. Ha sido el sino de los mandamases del Ayuntamiento bañezano. Después pasa lo que pasa. Hay alguno de estos elegidos que tienen a bien documentarse por de quien sepa del carnaval bañezano y salva los muebles. Toño Odón Alonso y yo, y otros más sabemos mucho de esto. Otros se metieron en Internet y mezclaron churras con merinas, o, simplemente tuvieron la cara dura de gritar un pregón que se redujo a esto: “Aúpa Bañeza”, cobraron unos buenos cuartos y se largaron con viento fresco. Me duele, me duele un poco. ¡Ay carnaval, ay, ay, ay!
No conozco en persona a este profesional del periodismo y pretendo que no me lo tenga en la cuenta de compañero a compañero. Pero en esta ocasión, cuando un pregón y una proclamación de la Musa del Carnaval Bañezano se unen, hay que afinar mucho, pero que mucho, sino se quiere meter la pata. Y es que nuestro carnaval, a pesar de estar definido como la fiesta, la organización mejor desorganizada, es cosa muy seria. Hay que hilar muy fino. Porque, mire usted, Don Ignacio, la historia del carnaval bañezano se pierde en la noche de los tiempos y la organización de la Musa tiene apenas veinte años de vida, y hay que haberlas vivido, bailado y disfrutado al unísono, oiga.
Sé que tienes a tu lado (al menos, eso creo yo) a tu compañera de cadena Paloma Muñoz (ora pro nobis mi compi). Una amiga, una periodista de rompe y rasga que, además, es una carnavalera de postín como buena bañezana. Quizá te pueda salvar los muebles en el teatro municipal. Lo deseo ardientemente, Porque será la mejor manera de aguantar tu tipo.
Además, sé de buena tinta, que también estará a tu lado otro gran comunicador, músico, pintor y artista, otro gran amigo como es Antonio Odón Alonso, que pasará a limpio versos de su cosecha y su música en honor de la nueva Musa del Carnaval Bañezano, después de su ausencia como juglar, en el acto de la proclamación de la musa del pasado año, por la muerte de un familiar. Tienes suerte, querido Ignacio Fernández Sobrino. Aprovéchala.
De todas formas y además, tu pistoletazo de salida al Carnaval 2011 será arropado por cientos de bañezanos que estaremos dentro o fuera del Teatro Municipal. Porque para nosotros, los bañezanos, el pregón, la proclamación de la musa y otras fiestas precarnavaleras son solo parte de la liturgia, mitos de una fiesta entrañable que llevamos prendida en nuestra idiosincrasia, en nuestro adeene de la juerga. Y lo que queremos es divertirnos. Aunque sea a tu costa. Perdona Ignacio, ya amigo en las ondas. Pero estas líneas quieren y no dejan de ser una bienvenida a la farsa de la máscara y el disfraz del Carnaval Bañezano, Una especie de bautismo de fuego, para que vayas enterándote de lo que vale un peine. Aunque sea para calvos.
¡Ay carnaval! / que está nevando, / hasta en la gran madrugada / siempre me encuentran bailando. Quisió qui pasará.
