P.J. Abajo
Este viernes se cumplen sesenta años desde aquel 11 de mayo de 1958 en el cual el hoy Siervo de Dios Ángel Riesco Carbajo –cuya causa de canonización sigue dando pasos hacia adelante para que algún día pueda ser elevado a los altares– fue consagrado como Obispo Auxiliar de Oviedo. Con motivo de este 60 aniversario de la consagración episcopal del fundador del Instituto Secular de las Misioneras Apostólicas de la Caridad, la iglesia de Santa María acogió una celebración religiosa como acción de gracias por este ministerio tras la conferencia del prelado asturicense, Juan Antonio Menéndez, titulada precisamente ‘Llamados a ser santos’.
Nacido en Bercianos de Vidriales (Zamora) el 9 de julio de 1902 en el seno de una familia humilde y cristiana, siendo todavía un niño aprendió que «lo que más vale en este mundo es ser bueno». Después de los años de estudio en el Seminario y en Comillas, su ordenación sacerdotal tuvo lugar en julio de 1926 y tres décadas más tarde funda su gran obra: el Instituto Misioneras Apostólicas de la Caridad.
A partir de ahí llegó su nombramiento como Obispo Auxiliar de Oviedo y después de Tudela, en Navarra, durante una década hasta que decidió dedicarse en cuerpo y alma al Instituto por él fundado abriendo el cauce de la consagración secular a personas que, en aquella época, no tenían acceso a ninguna forma de vida consagrada pero estaban dispuestas «a colaborar con Cristo en la Redención del mundo».
En su intervención previa a la celebración de la Eucaristía, monseñor Menéndez apuntó algunas de las virtudes de quien fuera coadjutor y ecónomo en la parroquia de Santa María de La Bañeza, entre las que destacan su entrega para promover la catequesis y los movimientos apostólicos, la vida espiritual y de consagración a Dios, su ayuda a los pobres y los enfermos, las publicaciones… así hasta lograr convertirse «en un hombre sencillo que desde la humildad y desde la fe quienes le conocieron supieron que estaba llamado a ser santo».
La conferencia de monseñor Menéndez tuvo lugar en la iglesia de Santa María.
