La última edición de la campaña contra el hambre de Manos Unidas llegó esta mañana a los centros educativos bañezanos con la tradicional ‘operación bocata’, una cita anual en la que desde la organización católica se implica a los más jóvenes en la colaboración con los proyectos de desarrollo en el tercer mundo encomendados a la Diócesis.
Así, por 2,50 euros, los alumnos y aquellos profesores que quisieron sumarse a la iniciativa solidaria degustaron uno de los cerca de 900 bocadillos repartidos ayer por la mañana, y un botellín de agua, por las voluntarias de Manos Unidas, a quienes ayudó en la tarea de la distribución un técnico de juventud del Ayuntamiento.
Los escolares más madrugadores fueron los alumnos de los dos institutos de Secundaria, Ornia y Vía de la Plata, que utilizaron el tiempo destinado al recreo para comer el ‘bocata’; más tarde, Manos Unidas repartió los bocadillos en los colegios Teleno, San José de Calasanz y Nuestra Señora del Carmen, donde profesores y chavales se juntaron en el pabellón para comer juntos.
yo comi el bocata.