En el siglo XXI una media de 350.000 chicos españoles de entre 11 y 19 años intenta suicidarse cada 12 meses. En los juzgados se registraron en el año 2010 nueve mil denuncias de padres que acusan a sus críos de maltratarles. El 14 por ciento de los menores de 17 años sufre acoso escolar. Y casi el 18 por ciento de los niños entre 2 y 9 años tiene obesidad o sobrepeso; si centramos la edad del público objetivo entre los 7 y los 10, el porcentaje de gordos asciende a la friolera de 34 de cada 100.
Más de la mitad de los chavales de nuestro país ven entre dos y tres horas diarias la televisión y al menos dedican dos a Internet. De esas dos horas, una y media la destinan a redes sociales. El 12 por ciento de los usuarios de la red Tuenti tienen menos de la edad permitida. Y casi 80 de cada 100 de los menores que utilizan Internet hacen pública información que facilitaría su identificación.
A cubierto niños! Les prevengo un año más de la estupidez con la que aterrizarán sus padres. Sí, porque su medaigualismo será vuestra condena de por vida. Para que el niño se calle encenderán la tele, para que no llore le dejarán comer hamburguesa, para que no moleste le instalarán un portátil en su cuarto y para que apruebe (o para que suspenda menos de cinco) le sobornarán con una videoconsola. Luego ya vendrán las quejas a las autoridades que correspondan si el crío sale delincuente y ya le pediremos al vecino las indemnizaciones de nuestra incompetencia. Mientras tanto, criemos idiotas, que es más fácil.
