José Cruz Cabo
Vaya sorpresón de dolor que nos has dado, no anduviste con bromas, te vas a morir en Madrid cuando faltaban pocas horas para ver jugar a tu Real Madrid del alma en su estadio. José Blanco Lobato, como buen presidente de nuestra peña madridista, dejaste este mundo con las botas puestas.
Son muchos los recuerdos que nos dejas a Nieves y a mí, desde nuestras partidas a la subasta en el antiguo Marina hasta muchas noches de velada en el mismo café, pasando por grandes momentos futbolísticos tanto con nuestra Bañeza en La Llanera y fuera de ella, como con el Real Madrid en distintos campos de España.
Tus ganas de progresar en la cultura te hicieron cronista deportivo de El Adelanto y de Radio, entonces, Popular de Astorga, con nuestra amistad siempre presente; cuántos viajes a Astorga para celebrar la fiesta de San Gabriel y la última vez que nos juntamos en viaje fue para celebrar los cincuenta años de la Cope de Astorga, tú con Mari Carmen y yo con Nieves, como hicimos muchas veces.
Muchas han sido las horas que estuvimos juntos, unas veces con Mari Carmen y Nieves y otras solos. Fuimos compañeros de directiva de la Peña Real Madrid, aunque yo fui el primer vicesecretario de la misma, años después entraste tú y me nombraste videpresidente y estuvimos unos años colaborando estrechamente; creaste aquel campeonato de Fútbol Sala que tanto frío nos hizo pasar en el polideportivo, y que durante años estuvo vigente gracias a tu tesón y fuerza, hasta que los años me fueron apartando de la vida mas activa, pero siempre amigos y llenos de alegría cuando nos encontrábamos por la calle, especialmente cuando venías del hospital de alguna revisión o arreglo que te hacian los médicos. En tu oficina de Seguros Bilbao fueron muchas las charlas que mantuvimos junto a tus secretarias, especialmente cuando tuviste a Sara.
Fuiste un gran carnavalero y en la oficina preparabas los adornos que iba a llevar el traje, de ese gran grupo carnavalero que creaste llamado Salsa. La musa que te inventaste para dar más fuerza y pujanza a los carnavales de tu ciudad, que siempre llevaste en el corazón. Dejaste el listón muy alto con el grupo Salsa, trajiste a los mejores escritores o periodistas para que hicieran de juglares, algunos te los habrás encontrado ya en el más allá. En las reuniones de carnaval, junto con tu amigo Jose el Relojero y Ángel Nistal hijo propusisteis muchas iniciativas que hoy siguen vigentes y que han hecho posible que hoy nuestro carnaval sea de Interés Turístico Nacional.
Yo te incité que fueras cronista de fútbol y que escribieras las crónicas futbolísticas tanto en El Adelanto como en Radio Astorga y en algunas agencias deportivas nacionales, y cómo aprovechaste el tiempo haciéndote un gran cronista… Siempre le sacabas las virtudes a la vida y nunca te vi enfadado por nada, tu volunttad de bañezano podía con los problemas e inconvenientes que te ponían en el camino, porque siempre fuiste un hombre de paz, cuantas veces fui a buscarte cuando tú eras joven a casa de tu madre, donde comezábamos nuestros paseos y donde me dabas un recital de tu amor por el Madrid y por los carnavales.
Eras una persona entrañable, cariñosa, bondadosa, amable y de gran calidad humana; te voy a extrañar mucho hasta que me toque a mí la vez de buscarte en el más allá. A tu esposa Mari Carmen, a tu hija Sonia y a tus hermanos Tello y Maruja les envío mi más sincero pésame, ya que el dolor que siento por tu fallecimiento es sincero, amargo y de recuerdo permanente. Espero que en el más allá sigas siendo tan madridista y tan buena persona como lo fuiste en vida. Un abrazo para tus seres queridos y el recuerdo permanente de amistad para ti.
