Los agentes de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales y del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León hallaron este miércoles por la tarde el cadáver de un varón carbonizado durante las labores de extinción de un incendio forestal ocurrido en el monte de Villalís de la Valduerna, cerca de Destriana, a varios kilómetros del casco urbano y en un paraje agrícola de difícil acceso para los vehículos, según pudo comprobar Ibañeza.es en el lugar de los hechos.
A las 19 horas de este miércoles, el Servicio de Emergencias 112 de Castilla y León dio aviso a la Guardia Civil para alertar sobre el inicio de un incendio de “pequeña magnitud” que fue “casi extinguido” unos 20 minutos después, momento en el que se halló el cuerpo sin vida de una persona al lado de un coche calcinado, un hombre que, según los primeros indicios se supo que no era vecino de Villalís de la Valduerna.
Al parecer, tras la primera inspección ocular, se comprobó que se trataba del cuerpo sin vida de un varón de mediana edad que fue carbonizado debido al mismo fuego que se encontraban extinguiendo los servicios antiincendios de la Junta de Castilla y León, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno recogidas por agencias. Del mismo modo, tanto la Guardia Civil como el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León han abierto una investigación para determinar tanto el origen del fuego como las causas del fallecimiento.
La Guardia Civil se está encargando de investigar el caso y de realizar las pruebas para tratar de esclarecer la identidad de la persona fallecida, una labor que está conllevando “dificultades” debido al estado que presentaba el cuerpo según indicaron las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado presentes en el lugar de los hechos; sin embargo, según pudo comprobar este medio, sobre las 22:45 de la noche de este miércoles una empresa funeraria recogía los restos mortales del fallecido y hasta ese mismo lugar se desplazaron algunos familiares del difunto que, según las fuentes consultadas por este periódico, podría tratarse de un vecino de Posada y Torre de unos 50 años de edad.
