Ana González Nadal con cuatro disfraces diferentes.
A menos de dos semanas para que La Bañeza esté celebrando de lleno el carnaval, mientras los grupos dan los últimos retoques a los disfraces y preparan maquillajes y parodias para trasmitir el espíritu carnavalero que ha ido creciendo de generación en generación, Los Tranquilos tienen muy claro quién se merece este año más que nadie –por su sonrisa que llenaba de alegría al grupo, por su trabajo constante o su afición por la fiesta– el homenaje del grupo. Será para Ana María González Nadal, una mujer que nos dejó el año pasado y que además de deportista “se le notaba lo que gustaba el carnaval… era acabar uno y ya pensaba en qué hacer en el siguiente”, tal y como reconoce su hermano Jesús.
El presidente de Los Tranquilos, Jesús González Nadal, recuerda que “en estas estamos los del grupo Los Tranquilos, en volver a preparar nuestro carnaval y con ello contribuir con lo que podamos a mantener y hacer crecer una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional”. Treinta años llevan Los Tranquilos saliendo a la calle en la mascarada y veinte con el Viernes Tranquilo, donde se homenajea a una persona que ha destacado por su pasión por el disfraz, como el caso de Ana, integrante del grupo Los Tranquilos desde 1995 y muy activa para echar una mano en cualquier preparativo, ya fuera para diseñar el traje, organizar el Viernes Tranquilo, una exposición…
Muchos trajes con este grupo y muchas ideas en el diseño son obra de Ana: Blancanieves, reina de corazones, romano, guerrera, rociera (de los que más ilusión le hacía) hasta el de esquimal con el que salió el año pasado. “Era una artista maquillando, aunque el diseño del maquillaje del grupo es cosa de Basilio, los que éramos maquillados por ella siempre causábamos sensación”, reconoce Jesús, al tiempo que recuerda que desde el año 1988 hasta que entró en Los Tranquilos fue componente del grupo Verniata, grupo que se formó en el instituto, y al que pertenecíamos toda la pandilla de amigos del Polvorín.
“En los desfiles disfrutaba como nadie y siempre decía lo mismo: qué poco ha durado”, apunta con nostalgia su hermano, quien asegura que para ella el carnaval “no se limitaba a los desfiles, los disfrutaba desde que empezábamos a preparar el carnaval hasta que guardábamos todos los trajes; y eran unos cuantos los que preparaba, ya que para la Noche Bruja, junto sus amigas inseparables, diseñaban y confeccionaban unos trajes que eran una gozada verlos: águeda guapa, rapera guapa, vaquera guapa, dama de 101 dálmatas… siempre les decía ¿este año otra vez de guapas?”.
Mirada de felicidad
El viernes 5 de febrero, Ana, que falleció en abril del pasado año con 42 años, recibirá un homenaje póstumo de “todos los que tuvimos la suerte de vivir tantos carnavales en su compañía, recordando su enorme sonrisa y su mirada llena de felicidad”. Será en un acto organizado por Los Tranquilos en el Hotel Bedunia a las 21:30 horas, antes de la fiesta de disfraces con entrega de reconocimientos y concurso que tendrá lugar a partir de la 01:30 en la Discoteca Hotachy.
Un homenaje muy merecido, por ser como era, una persona maravillosa y sobre todo amiga de sus amigos.Un gran aplauso al grupo “los tranquilos” si señor.