Un momento de la inauguración de la exposición.
P.J. Abajo
Con un hiperrealismo dominante y suficientes razones para todas y cada una de las pinceladas que componen esta colección de veinte obras, José Luis Álvarez Baena ha presentado este jueves en la Sala Azul de La Bañeza su exposición ‘Proyecto 1928’, un título tan original como sugerente que nació de la casualidad de que todas las pinturas están realizadas sobre lienzos de 19 por 28 centímetros -tanto en formato vertical como horizontal- pero con el denominador común del tamaño y de la temática: objetos cotidianos que, en muchos casos, han pasado o pasarán muy pronto a ser memoria.
Aunque es de La Robla, la vida de José Luis Álvarez Baena ha estado íntimamente ligada a La Bañeza y en su pintura no faltan referencias a su propia biografía; desde un portalápices de creación propia hasta los cinco lapiceros que utiliza en sus ilustraciones, pasando por el tabaco, una estilográfica o una lámpara de minero cuya historia y dedicación es más que emotiva, en su pintura Baena trata de romper las simetrías con la misma facilidad que reflejar el arraigo.
Todos y cada uno de los cuadros -que están a la venta, con la curiosidad de que una de las pinturas ya colgaba el cartel de ‘vendido’ nada más producirse la inauguración de la muestra- reflejan algo de la vida cotidiana que para el autor evoca algún sentimiento, algún momento o alguna persona, de ahí que haya una parte de la colección dedicada exclusivamente a los perfumes.
Una bombilla incandescente, un imperdible, una lata, una taza de café, una pipa o un tintero son algunos de los objetos a los que Baena a dado ‘vida’ en esta exposición que quiere inmortalizar el espíritu de algunos objetos de la cotidianeidad, sin olvidar hasta el mínimo detalle, y que estará en la Sala Azul hasta el próximo 10 de enero y que se puede visitar todas las tardes de 18:00 a 20:30 horas.
Desde la imparcialidad que me permite nuestra amistad, he de decir que todos los cuadros son sencillamente excepcionales.
Gracias a todos por la acogida dispensada a la inauguración de mi exposición; gracias por estar a mi lado compartiendo mis sensaciones, hoy soy un poco más feliz.
Grande, eres grande de estatura, como persona y con lapiz en mano demuestras ser un maestro, me quito el sombrero en homenaje a tus obras y a ti. Claro que sere participe de la visita a esta sala.