El director del área de comunicación del Grupo Carflor, Jesús Sanz, participó este viernes, 28 de marzo, en un acto organizado por la Junta Local de la Hermandad de Donantes de Sangre en La Bañeza para explicar a los bañezanos no sólo la importancia de contar con espacios cardioprotegidos en lugares muy frecuentados o en instalaciones públicas, sino en la necesidad de formar en el uso de sistemas desfibriladores a trabajadores o usuarios para evitar muertes por paradas cardíacas, un caso que ocasiona cada año cuatro veces más de muertes que los accidentes de tráfico.
Acompañado por el presidente de la Federación Española de Donantes de Sangre, Martín Manceñido, Sanz abordó la necesidad de aumentar el número de espacios cardioprotegidos en la provincia, una “protección” que no se limita a la compra de un aparato desfibrilador sino a fomentar el manejo de este sistema que permite diagnosticar y tratar casos de parada cardiorrespiratoria teniendo en cuenta que la Sociedad Española de Medicina y Seguridad en el Trabajo (SEMST) estima que este tipo de muertes representan un problema de primera magnitud para la salud pública, cifrándose anualmente en España 30.000 personas las que se encuentran en entornos alejados de los centros hospitalarios y precisan una RCP, “lo que justifica claramente la creación de los espacios cardioprotegidos”.
El Grupo Carflor es la empresa encargada de crear zonas cardioprotegidas en Castilla y León desde hace años, gracias al acuerdo alcanzado con la certificadora de espacios de este tipo Anek S3. Carflor, líder en el sector de los servicios socio asistenciales, es la responsable de implantar el Proyecto Salvavidas en toda la Comunidad Autónoma, un plan que incluye la instalación de desfibriladores, mantenimiento, renovación, formación y la certificación oficial de la Sociedad Española de Medicina y Seguridad del Trabajo (SEMST) y que está “adaptado a todas las necesidades de financiación”, explicó Sanz.