Cáritas Interparroquial de La Bañeza ha inaugurado este miércoles en su sede los trabajos de acondicionamiento realizados recientemente en la parte superior del inmueble, donde se ubica el ropero, para dar un mejor servicio a las más de cien familias que acuden a la organización católica en busca de ayuda y tienen a su disposición un amplio abanico de prendas de vestir y calzado, tanto nuevo como usado.
Justo cuando se cumple un año de la puesta en funcionamiento de la nueva cámara de frío, la Fundación Conrado Blanco también se ha encargado de la financiación del proyecto de adquisición y montaje de los armarios y estanterías para el ropero donde trabajan nueve voluntarias y se despachan anualmente en torno a 5.000 prendas de vestir o calzado a las personas necesitadas.
Jesús J. García Mielgo, director de Cáritas Interparroquial de La Bañeza, explicó que el proyecto de acondicionamiento del ropero responde a una demanda de las propias voluntarias y a las necesidades del servicio por el que cada año pasan más de doscientas personas, de las que se lleva un control exhaustivo para garantizar que las ayudas van destinadas a personas que realmente las necesitan.
Cuatro sectores
Así, las nuevas estanterías y armarios, cuyo presupuesto ha sido de 5.200 euros financiados por la Fundación Conrado Blanco, permiten clasificar por tallas y tipos las prendas que llegan a Cáritas vía donación de particulares o comercios y repartirlas en cuatro salas diferenciadas: adultos, infantil, calzado y textil de hogar, sector que se ha ubicado en lo que fue la cocina de la vivienda.
Luisa Arias, secretaria de la fundación, quiso destacar la “importante labor que llevan a cabo las voluntarias para clasificar y distribuir posteriormente toda la ropa”, así como “la calidad de las prendas” que pasan un control antes de ser puestas a disposición de los usuarios. En este sentido, la responsable del ropero, Celina Toral, también agradeció a las mujeres que le acompañan en la gestión de este servicio “su labor constante y el tiempo dedicado a Cáritas” sin percibir nada a cambio.
El sacerdote Jerónimo Martínez fue el encargado de bendecir las instalaciones.
Una vez más, afecto y gratitud a CÁRITAS, por su constante trabajo y superación, ayudando a los más desfavorecidos. El Señor os bendiga y proteja siempre.