Tal y como manda la tradición de esta devota hermandad, el lunes siguiente a la festividad litúrgica del mártir, los cofrades de San Blas de La Bañeza han celebrado su fiesta anual en honor del protector a quien infinidad de fieles han encomendado históricamente la curación de los males de la garganta. Y lo han hecho por medio de las ‘cerillas’ o candelas, que también fueron bendecidas en el transcurso de una eucaristía oficiada en la iglesia de Santa María y distribuidas al finalizar la ceremonia religiosa.
Después de la procesión con la talla del santo por el centro de La Bañeza, en la misa oficiada por el párroco de Santa María, Jerónimo Martínez, se recordó a los hermanos de la cofradía de San Blas que han fallecido y las virtudes de este mártir por cuya intercesión los cofrades pidieron protección para la voz.
Antes de la celebración religiosa y de la procesión con la talla del obispo y mártir por algunas calles del centro de La Bañeza, los cofrades de San Blas compartieron un aperitivo en el Gran Café Royal y Enrique Alonso Ogando entregó el cetro a Felipe Esteban, quien desde hoy es el nuevo juez de esta hermandad refundada en 1944 pero cuyos orígenes se remontan al siglo XVII.