Una parodia de la tala del cedro de El Salvador logró sacar una sonrisa a muchos bañezanos.
Dicen los bañezanos que para ser un auténtico carnavalero «hay que mamarlo». Y en muchas familias eso se cumple a rajatabla, pues no es difícil ver estos días cientos de niños en las calles disfrazados, incluso bebés que viven su primer carnaval y ya lo hacen con un disfraz puesto y la cara pintada. Para ellos está reservada la jornada del lunes, con un desfile más corto pero que sirve para que los más pequeños luzcan las mejores galas y bailen al son de las charangas antes de reponer fuerzas con el chocolate caliente que les esperaba al final del recorrido.
Alrededor de veinte grupos salieron a las calles con sus nuevos disfraces confeccionados para recibir a Don Carnal este 2019 en lo que además de un desfile para los niños es un «aperitivo» de lo que mañana se podrá ver a partir de las 17:30 horas. Un gran circo, brujas y hechiceros, unicornios, salamandras, unas sugerentes manzanas con gusano incluido o los extraterrestres con sus ovnis fueron algunas de las propuestas.
El grupo Teleno, uno de los más numerosos, este año optó por una colección de disfraces de Alicia en el País de las Maravillas, tema compartido con otro par de grupos de gente de todas las edades, como Los Tranquilos o Los Cébridos. Comparsas también muy numerosas la de ‘La alegría de la huerta’ y la de la Asociación Cultural Jiminiega, incluso Los Traviesos, que pusieron en escena las campanadas de fin de año.
Mención especial para la parodia de la tala del cedro de El Salvador, entre los carnavaleros que salen ‘por libre’ y para quienes la espontaneidad y la improvisación son los únicos argumentos para disfrutar de una fiesta para la que cada lunes de carnestolendas queda demostrado que hay una cantera que aseguara el futuro.
Tras el desfile y antes de que comenzaran a llegar a la ciudad cientos de jóvenes para participar en la Noche Bruja y asistir al espectáculo musical Renovation Experience, Los Artistas del Gremio actuaron en la Plaza Mayor ante un público fiel que pide que cada año esté en La Bañeza esta charanga aragonesa que convierte cada actuación en una auténtica fiesta callejera.
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Algunos de los disfraces de grupos e individuales del lunes.
