El Ayuntamiento de La Bañeza ha tenido que acudir a la vía burocrática, mediante el establecimiento de un decreto de la Alcaldía, para impedir el vertido de carbocal en una finca situada en el Camino de las Bodegas, cerca de las inmediaciones del cementerio.
Este martes, el consistorio procedía a ‘paralizar’ el vertido al no haberse solicitado las licencias oportunas para realizar esta actividad y a practicar las oportunas diligencias ante el Seprona; sin embargo, según pudo comprobar este periódico, la paralización se hizo de forma ‘verbal’ y el vertido continuó durante el día de ayer.
Según señaló el concejal de Medio Ambiente, Juan Gobantes, el Ayuntamiento se ha visto obligado a recurrir al decreto de la Alcaldía para paralizar esta actividad ilegal como paso previo al precinto de la propiedad y el inicio del procedimiento por vía judicial si se vulnera esta medida.
Se da la circunstancia de que el empresario que, presuntamente, es el culpable de la actividad delictiva también fue sorprendido a principios de este año depositando restos de espumas de azucarera en unos terrenos situados en la pedanía de Santiago de la Valduerna.
Además, cabe recordar que hace dos meses se producían en Valdefuentes del Páramo enfrentamientos entre los grupos municipales y los propios vecinos por la solicitud de una licencia para abrir una industria destinada al almacenamiento y envasado de carbocal, un producto utilizado en el tratamiento de suelos ácidos y como abono para cultivos.
Según ha podido saber este periódico, el empresario que solicitó la licencia para instalarse en Valdefuentes podría tratarse del mismo que, supuestamente, realizaba el vertido ilegal en La Bañeza, llegando a vulnerar la orden de prohibición municipal.
