La vigésimo segunda edición de la muestra de arte sacro de Castilla y León Las Edades del Hombre, que este lunes será inaugurada en el municipio segoviano de Cuéllar por la Reina Sofía, contará con dos piezas procedentes de la Diócesis de Astorga cedidas para esta muestra de referencia internacional. Una de ellas es la talla del Buen Pastor, titular de la iglesia parroquial de El Salvador de La Bañeza.
Representando a la Diócesis de Astorga estarán expuestas en la muestra de Cuéllar la talla de ‘El Buen Pastor’, obra en madera de Lucas Gutiérrez policromada por Damián Gómez de Luaces, que se puede contemplar en el centro del retablo mayor de la iglesia de El Salvador de La Bañeza y está datada en el periodo 1659-1660, y el óleo sobre tabla ‘El regreso del hijo pródigo’ trabajo anónimo datado en torno al año 1600 y procedente del retablo mayor de la iglesia parroquial de Santa María Magdalena, de la localidad maragata de Valdespino de Somoza.
La exposición ‘Reconciliare’ abre este lunes, 24 de abril, y permanecerá abierta hasta el mes de noviembre en las iglesias de San Andrés, San Martín y San Esteban, de la localidad segoviana. El primero de los templos, de tres naves y crucero con tres ábsides, que ya estaba construida en 1277, cuenta con un retablo mayor presidido por San Andrés, alrededor del cual se distribuyen pinturas de santos. Por toda la iglesia se pueden contemplar retablos, en su mayoría barrocos. Destaca, en entre ellos, la imagen de la Virgen de la Rochela o el Cristo de San Gil, entre otros, y un calvario del gótico primitivo.
Por su parte, la iglesia de San Martín, situada junto al castillo, fue declarada Monumento Artístico Nacional en 1931 y es una de las mejores muestras de la arquitectura mudéjar de la villa. En la actualidad, alberga el Centro de Interpretación del Arte Mudéjar. Por último, la iglesia de San Esteban fue declarada Monumento Artístico Nacional en 1931 y se tiene constancia de su existencia ya en el año 1247. Es una de las iglesias mudéjares más importantes de Cuéllar y de ella sobresale su gran ábside de ladrillo o su retablo mayor, de estilo neoclásico con elementos decorativos del rococó.