José Cruz Cabo
Nuestra magnífica banda municipal dio el pasado domingo, en el incomparable marco de nuestra catedralicia Iglesia de Santa María, su tradicional concierto de Semana Santa, escogiendo para ello las marchas procesionales más genuinas que se tocan en los desfiles semanasanteros de distintas localidades españolas.
El concierto, dirigido por esa maravilla de directora que es Pachi Vélez García puso en el atril siete obras, dos de ellas por vez primera, y la titulada “La Caída”, de su hermano el compositor, José Vélez García. El concierto fue inmejorable y dio comienzo con ¡Mektub! (¡Estaba escrito!), que me hizo volver a recordar mi juventud durante los seis años que estuve en la banda municipal, ya que era una de las obras que todos los años tocábamos, además de otras, en los desfiles procesionales de nuestra ciudad, una obra muy elegante, con una gran melodía y con unos cambios melódicos de gran perfección y elegancia.
Las estrenadas fueron “San Bernardo”, dedicada a una cofradía en concreto y “Dolores de Soledad”, dedicada a la Virgen en su Soledad después de la muerte de su Hijo, dos partituras magníficas que nos hicieron vibrar con su fuerza musical y su certera y precisa conjuntación de todos los componentes de nuestra cada día más joven y mejor banda. El resto fueron obras ya conocidas pero no por ello menos esperadas, dada su enorme calidad y su gran composición.
La banda estuvo a la altura que requerían estas piezas, obras que en las procesiones no se pueden paladear con la calidad y seguridad de un recinto cerrado, tan perfecto como el de Santa María de la Plaza. Los espectadores, que llenaban casi el templo, pudieron degustar y disfrutar de una música muy bien conjuntada, con unos solistas y un conjunto impecable, y con una dirección, como la de Pachi que pone toda su alma y su corazón en que todo discurra con seguridad, delicadeza y perfección, además de poder escuchar a ese joven de noventa años como es Benigno González con su saxofón.
Los interminables aplausos de los oyentes obligaron a la directora y a sus músicos a regalar una marcha más y los aplausos no cesaron hasta que no se fueron retirando los músicos. Fue un concierto para recordar y enmarcar en la memoria.