La jornada del domingo en el programa de los carnavales de La Bañeza ya está institucionalizada desde hace unos años como el día en que todos los ojos deben echar una mirada al pasado para recordar las escenas vividas hace décadas, durante los tiempos de prohibición -con la carrera- y el desfile del año pasado, cuando los grupos ‘corren’ el carnaval con los trajes y disfraces que lucieron en 2013, haciendo que éste sea el día más apropiado “para recordar”.
La carrera en la que la misión de los participantes es escapar de la autoridad, salvando las pruebas y obstáculos existentes entre la antigua estación de tren y la plaza Mayor es una de las actividades más curiosas del programa que este año alcanzó su octava edición, un evento de carácter lúdico-deportivo con sorteo al final en el que se recuerda que antaño llegaban a la ciudad muchos visitantes a través de la línea férrea para conocer o disfrutar de las prohibidas ‘fiestas de invierno’.
Aquellas ‘carreras’ para llegar hasta el centro se han convertido en una cita que reúne a un importante grupo de gente disfrazada con los atuendos más singulares y con el único propósito de pasárselo bien y recordar el antruejo de las épocas en que estaba prohibido pero los bañezanos seguían celebrándolo por todo lo alto. Incluso con alguna que otra multa y visita al cuartel de la Benemérita.
Más de tres horas de desfile
Ya por la tarde, durante más de tres horas, el primero de los desfiles de carnaval que se celebran en estos días recorrió las calles de la ciudad y los grupos carnavaleros tuvieron la oportunidad de lucir por última vez los disfraces que elaboraron para salir el año pasado el lunes y el martes de carnestolendas. Mañana, lunes, día para los niños en una jornada que se prolonga hasta el martes con la Noche Bruja.
MOTO que grande eres, formas parte de la historia y del carnaval bañezano.
Estoy esperando a que se manifiesten en este periodico ,aquellos que levantaban la voz alarmando sobre los peligros que nos traería la Carpa de Requejo ; cuando decían que se nos iba a llenar La Bañeza de drogadictos y borrachos . Pues bien , luego han podido comprobar que no hace falta que vengan bebedores con exceso ,pues ya los tenemos aquí . Lo más triste es ,que entre nuestros borrachillos se encuentra mucha juventud ,…y aveces no llegan ni a juventud ,ya que se trata de niños. Espero oír a los criticos con la macrofiesta condenar el grave hecho de los niños borrachos .¿ O tal vez detrás de aquellas quejas había otras cuestiones ?
Estoy totalmente de acuerdo con PERPLEJO.
Yo como Bañezano siento vergüenza en lo que se ha convertido el Carnaval en cuanto a la abundancia de alcohol en menores. Desde luego que a quien corresponda tendría que tratar de poner solución a este problema, ya que
cada año hay más menores con el vaso en la mano.
La verdad es que hay tradiciones que no se pueden perder: “Aquellos bañezanos borrachines, mayores y niños, corriendo con las botellas de alcohol delante de la guardia civil en tiempos de la prohibición…”
¡Ah! ¿¡Que no era así?! Pues eso será lo que digan las próximas generaciones viendo los desfiles y sus fotografías de los presentes carnavales. Este domingo ha sido el turno de repetir el disfraz del año pasado y también las costumbres. Se me cae la cara de vergüenza viendo a niños y niñas de 13, 14 o 15 años con sus litronas de calimocho proporcionado por una discoteca móvil. Es el grupo que cierra el desfile: ¡Qué mejor broche dorado!
Sé que no estoy diciendo algo nuevo, ya que ocurre año tras año y las autoridades “competentes”, concejalía de fiestas, el señor alcalde o la policía municipal, siguen sin hacer nada y permitiendo que se transgreda la ley. Pues nada; a seguir con estos rituales que ofrecen la mejor imagen de nuestro querido carnaval bañezano, a seguir dando ejemplo a los niños que miran atónitos pasar esta mascarada aliñada en alcohol…
Gracias Ibañeza por hacer posible que desde Madrid podamos disfrutar de ese “Carnaval tan bañezano”