El alcalde bañezano, José Miguel Palazuelo, y el concejal de Obras –área municipal encargada de la Escuela Taller–, José Luis Fernández Montiel, visitaron este miércoles a los alumnos del Programa mixto de formación y empleo ‘Perix III’, para comprobar el estado de los trabajos que vienen realizando en diferentes puntos de la ciudad desde el pasado 1 de diciembre en que comenzó su formación.
Diez son los alumnos que lo están realizando, hasta el 31 de agosto que finaliza con unaa subvención para esta iniciativa que llegó del Fondo Social Europeo a través de la Junta de Castilla y León de 119.345,40 euros, presupuesto que permite a los alumnos cobrar al mes el 75% del Salario Mínimo Interprofesional y aprender un oficio.
En esta ocasión se les preparó sobre como acometer el tratamiento, pintura y revestimientos en calles, parques y edificios municipales, realizando una serie de trabajos en el edificio del Centro Cultural de las Tierras Bañezanas, en el Polideportivo municipal, que pintaron en su totalidad, y diversas vallas existentes en diferentes calles y parques de la ciudad.
Entre estos trabajos se encuentran la valla de la pasarela de subida al barrio El Polvorín, las barandillas de las calles el Convento, Buenavista y David González, y desde hace unos días están en el Parque del Mayor Charo González donde están aplicando barniz a la alambrada, pérgolas, mesas y bancos. Cuando finalicen estos trabajos continuarán en el Parque del Dragón para realizar mejoras de juegos infantiles.
Los Sres. Palazuelo y Montiel deberían inspeccionar muy bien todo el Cementerio Municipal. Estoy segura que les sonrojaría la calamitosa
situación de abandono y deterioro de la casi totalidad el recinto.
La ciudadanía PAGAMOS las contribuciones y es vergonzoso que no se atienda a esta demanda que por derecho nos corresponde.
Una pena que acabe el curso de formación. Espero que pronto halla un Perix IV.Un buen trabajo han realizado estas chicas y chicos pintando cuanta valla se han encontrado por diversos puntos de la Ciudad. Una pena que siempre exista alguna imbecil, que le de por ensuciar con pintadas lo que estos jovenes han arreglado. Es el caso de la barandilla de la subida al Polvorin, donde una idiota a los cuatro dias de pintarla, quiso darse un homenaje no haciendo un grafiti, sino recordar la fecha de su reciente “noviazgo”. Espero que se lo hagan reparar.