Manos Unidas de La Bañeza abrió este viernes su tradicional rastrillo solidario que estará abierto hasta el día 15 en un local de la Plaza Mayor, la antigua tienda de Muebles Ferrero. El sacerdote Jerónimo Martínez fue el encargado de bendecir el mercadillo con una oración en la que pidió «por tantos de nuestros hermanos que pasan hambre, la enfermedad más fácil de detectar y la más difícil de curar».
La responsable local de la organización católica, Lolita Perandones, quiso agradecer la colaboración de comerciantes y particulares que han donado artículos para su venta, recordando que en el rastrillo se pueden encontrar artículos de segunda mano pero también muchos productos de alimentación del Comercio Justo, artesanía local realizada por particulares, misioneras, invidentes, niños, o personas mayores) o piezas llegadas de países lejanos como Togo, Perú, Colombia o Méjico.
Con una invitación a los bañezanos y vecinos de la comarca «a ser solidarios con los más desfavorecidos», tampoco falta el material promocional de Manos Unidas, completando «un sinfín de cosas curiosas a precios muy asequibles» que se pueden adquirir de 11:30 a 14:00 y de 18:00 a 21:00 horas, todos los días de la semana.
Los proyectos
Como se recordará, uno de los proyectos que quiere llevar a cabo Manos Unidas está encaminado a dar apoyo y educación a refugiados sudaneses en El Cairo (Egipto) y tiene un coste de 36.049 euros, donde los misioneros Combonianos darán apoyo a las mujeres con charlas informativas, idiomas e informática a hombres y mujeres. El otro proyecto es en San Marcos, Guatemala, donde el 22% de la población vive en la extrema pobreza, y el proyecto, que tiene un coste de 87.317 euros, tratará de ayudar a la economía campesina indígena.
El sacerdote Jerónimo Martínez bendijo el rastrillo antes de comenzar las ventas.
