Fachada de Confitería Conrado, en la calle Del Reloj de La Bañeza.
Ya es todo un clásico en plenas fiestas de Navidad la colocación de una lona gigante en la fachada del establecimiento para desvelar el ‘premio gordo’ que Confitería Conrado esconderá en el interior de un roscón de Reyes. El roscón de Reyes más famoso de España, que traspasa fronteras, y que cada año crece en clientes interesados en probar el bocado más dulce de la Navidad con tanta fuerza como lo hace su recompensa: nada menos que 9.000 euros será el premio que alguien se encontrará del 2 al 6 de enero dentro del bollo en lugar de la clásica figurita de cerámica.
Después de ir creciendo año tras año y tras haber alcanzado en 2015 el millón de las antiguas pesetas como recompensa, el roscón de Reyes que ya es conocido por todo el mundo por su sorpresa y que elabora esta casa bañezana fundada en 1856, en esta ocasión será más codiciado que nunca, con 9.000 euros como premio escondido entre la masa o el relleno.
La cantidad del premio es uno de los secretos mejor guardados de esta confitería donde cada año llegan cientos de turistas empujados por el tirón de saber que en uno de los muchos roscones que produce habrá un vale que ha ido sumando cifras año tras año, desde los 500 euros iniciales allá por el 2009 hasta los 8.000 de la última campaña, y que en estas fiestas esconderá un suculento premio por valor de 9.000 euros que hará todavía más dulce el producto elaborado con la mejor materia prima y un cuidado esmero.
Sergio González volverá a ser la persona encargada de introducir en uno de los roscones de Reyes la gran sorpresa en forma de vale canjeable por el cheque, un dulce bocado que nadie sabe dónde irá a parar: a una familia de La Bañeza o de la comarca de los cientos que hacen cola en la pastelería, a algún cliente de los diferentes puntos de venta repartidos por la provincia, incluso a alguien que compra el bollo a través de internet (www.elreydelroscon.es), el canal de venta en línea de la confitería que ha ido creciendo año tras año gracias al interés por hacerse con el rosco más preciado.
