Recuerdo la primera vez que vi al Teatro Corsario. Fue en el Teatro Pérez Alonso de La Bañeza en aquellos OtoñoS de Teatro que organizaba la Junta de Castilla y León y que coordinaba para León nuestro amigo Paco Medina, persona a la que recordamos con cariño los amantes del teatro. Llevaban un año trabajando y era el segundo o tercer montaje del grupo. Pusieron en escena “A la caza de Snark”, obra basada en el poema épico de Lewis Carroll, obra encuadrada en el teatro nonsense, teatro de lo absurdo, donde se mezclaba lo racional y lo irracional en una cacería de un animal desconcertante. Me impresionó su escenografía a base de cubos y piezas sueltas que formaban el barco y demás elementos escénicos.
La segunda visita al Pérez Alonso fue en 1990, con su espectáculo “El gran teatro del mundo”, su primera incursión en un auto sacramental de Calderón de la Barca, recuerdo el despliegue escenográfico que se salía del escenario, montando un andamio del foso al techo en el patio de butacas, por donde subían y bajaban actores entre humo y una iluminación espectacular, ante los atónitos espectadores que quedamos impresionados de este montaje tan espectacular.
Teatro Corsario es la compañía más espectacular de Castilla y León y una de las mejores de España, llena de premios y giras por todo el mundo. Seguramente sea uno de los grupos que mejor “dice el verso”, algo tan complicado en el teatro clásico. Hasta el 2010, año de su fallecimiento, estuvo el frente el leonés Fernando Urdiales, un director de raza que será recordado siempre unido al Corsario en montajes maravillosos, por destacar algunos, como “Edipo Rey”, ”La Vida es Sueño”, también de Calderón o la puesta en escena de la novela “Celama” de Luis Mateo Diez.
'El médico de su honra', de Teatro Corsario.
Este sábado llegan al Teatro Municipal con otro clásico de Calderón de la Barca, “El Médico de su Honra”, una tragedia de mujeres dominada por hombres, una historia de celos, de doble moral y de valores inquebrantables. Jesús Peña, el director, ha optado por “una puesta en escena sobria, despojada. Un espacio acotado por muros de madera a modo de refugio, sugiriendo el interior de una casa, de un jardín o de un palacio donde la luz y la música determinan las atmósferas”. La música ha sido compuesta especialmente para la obra por Juan Carlos Martín, que pone contrapunto a unos versos que embelesan al espectador. Un Calderón en estado puro por uno de los grupos que mejor lo representan.
En fin, amigos, este sábado no tenemos disculpa, a las diez y media de la noche nos espera una butaca en el Teatro Municipal para ver teatro de Champions League -por utilizar un término futbolístico- y a un precio anticrisis. No tenemos disculpa si nos lo perdemos.
