P.J. Abajo
Desde la cafetería New Holly habían llevado unos cuantos roscones desde La Bañeza para distribuir por la toda comarca, como hacen cada año para rematar el capítulo dulce de la Navidad, y nada más que salió el número 15.542 sabían que el afortunado con la sorpresa millonaria de Confitería Conrado estaba en la Montaña Leonesa. En la zona de Cistierna para ser un poco más concretos y en Puebla de Lillo para ser exactos.
Apenas unas horas después de que el notario diera fe del sorteo de los 10.000 euros escondidos en un roscón de Reyes, a Víctor Liébana –que trabaja en el Restaurante Madrid de Puebla de Lillo– le llamaron sabiendo que el premio del roscón más rico de la provincia «estaba en el pueblo», explicaba este jueves el montañés al viajar hasta La Bañeza para recibir su gran recompensa. Una dulce recompensa de la que Hacienda también se llevará un bocado generoso porque así lo establece la normativa fiscal en materia de juegos y sorteos y porque la transparencia en todo el proceso de la promoción es una de las máximas que se persiguen.
Por eso el sorteo ante notario y con todos los bollos con las mismas posiblidades de optar al premio, tanto los que se venden en la confitería centenaria de la calle Del Reloj como los que salen por cientos desde La Bañeza con destino a toda España y buena parte de Europa vendidos por la página web de Conrado, «el rey del roscón» o como en este caso, que se distribuyen a través de distintos puntos de venta a lo largo y ancho de la provincia.
Para Víctor «han sido unos Reyes fantásticos, redondos y ricos como el roscón» y asegura que la recompensa económica irá en primer lugar para llevar el coche al taller, pero no descarta también realizar alguna obra¡a en el pueblo, «ylo que surja», explicaba emocionado el afortunado, que asegura que «el premio ha llenado de alegría a todo el pueblo, porque siempre hace ilusión que toque algo y más un premio así».
Un roscón de Reyes de tamaño mediano, relleno de nata y con su figurita de resina correspondiente, escondido entre «los muchos y muchísimos» como dice el confitero Sergio González que salieron de la tienda de Conrado estas semanas ha sido el ‘culpable’ de que la fortuna se quede en la provincia leonesa, aunque haya tenido que viajar por carretera durante más de 120 kilómetros en un trayecto de casi dos horas, haciendo escala en Cistierna.
El año que viene Víctor volverá a apostar por Conrado para endulzar el último tramo de la Navidad con un roscón relleno de nata, como ha hecho ya varios años, mientras disfruta de unos días llenos de emoción, «estoy muy emocionado, desde que se supo he estado recibiendo muchas llamadas de gente que me conocía para felicitarme», aseguró agradecido.
Momento de la entrega del cheque al afortunado.
