José Manuel Pérez Villar
Si tuviéramos que resumir esta semana en una sola palabra, utilizaríamos “éxito”. Después de siete días con actividades deportivas (destacamos la marcha cicloturista a la Encinona), juegos para niños y mayores, actividades aportadas por la Diputación de León (manualidades, pintura, TAdeTAKO). Disfrutamos con el espectáculo de monólogos. El pueblo recordó los años 40 con disfraces y aperos de la época (se desempolvaron los serillos y alguien se atrevió a meter una escudilla de sopas y un trozo de tortilla para el almuerzo, sin que faltara la bota de vino).
La juventud disfrutó del I Navijoven 2012, con D`JS, y acampada en el “trinquete”. Se visitaron las exposiciones de madera, antiguedades y manualidades. Silvia y Alicia nos deleitaron con un precioso concierto de violín y flauta. Los más peques se cansaron de saltar en las colchonetas y acabaron empapados en la espuma con guerra de globos de agua. Con los bailes de los años 60-70 y 80, los Karaokes, orquestas y música folk y el tambor y dulzaina de Bañezaina movimos el esqueleto. Como en años anteriores disfrutamos y bailamos con el grupo de bailes regionales, El Hilandón, y volvimos a vivir la Jota con la casi centenaria Sra. Josefa.
Se recuperó la tradición de cantar el ramo por las mozas de la Asociación Cultural La Barca. Se rezó por los antepasados y se compartió una rica paella. Llega el sábado y se acerca el final con baile a cargo de la orquesta Coliseo y degustación de chocolate y pastas. El domingo, como colofón a la V Semana Cultural, y con la ayuda del Instituto Leonés de Cultura, la Asociación de Jubiladas Virgen del Rosario nos deleitó con la obra musical y de teatro “El Rey Tiburcio busca esposa”. El cielo se ilumina con los fuegos artificiales y la traca final nos despide hasta el próximo año.