P.J. Abajo
La Bañeza ya se encuentra sumergida en el gran fin de semana de olor a gasolina, motos por todas partes y miles de aficionados a la velocidad dispuestos a presenciar un espectáculo único. Ya está todo preparado para el Gran Premio Ciudad de La Bañeza y la inauguración de la VIII Feria del Motor fue este viernes, 17 de agosto, la puerta de entrada a los tres días más esperados para los aficionados a las motocicletas.
Con una importante colección de vehículos antiguos, entre ellos más de un Porsche y un Ferrari Testarossa, el lujo de antaño sobre el asfalto vuelve a ser uno de los atractivos de la Feria del Motor, una cita que el alcalde, José Miguel Palazuelo, y el concejal de Ferias, Tomás Gallego, junto al presidente del Moto Club Bañezano, José Luis Falagán fueron los encargados de inaugurar.
Además de las joyas de cuatro ruedas y un imponente camión, la tradicional muestra de ciclomotores antiguos se une al novedoso circuito de slot y a los 17 expositores de productos relacionados con los repuestos de mecánica, el motociclismo, los seguros y las prendas de vestir para los aficionados al motor en una cita que está abierta en el colegio Nuestra Señora del Carmen en horario de mañana y tarde.
Exposición de fotografías
Además de los coches, motos y productos relacionados con la velocidad y un stand de la Oficina de Turismo, una exposición de fotografías de Manuel Á. Raigada en la que se puede ver parte de la historia de esta cita que ha dado fama a La Bañeza completa esta muestra que estará abierta hasta el próximo domingo por la tarde.
Exhibición de minimotos
En otro orden de cosas, la peña El Cruce también organizó este viernes, 17 de agosto, una exhibición de minimotos en la calle Juan Carlos I y aledaños, coincidiendo con la inauguración de la octava edición de la Feria del Motor.
Una nueva exposición de fotografías de Manuel A. Raigada completa la VIII Feria del Motor.
Pasan los años y al menos desde lejos se tiene la sensación de que La Bañeza es un bucle infinito. Siempre los mismos nombres. Desde hace años y años siempre exponen, cantan o recitan los mismos. Y lo mismo da que sean motos o procesiones. Todo se lo guisan y se lo comen entre cuatro.