Vuelvo otra vez a la carga, aunque penséis que me repito más que el abuelo Cebolleta, sobre un tema que ya he tocado antes en algún artículo, pero es que la realidad no hace más que confirmar mis teorías.
Había seguido algún partido del Campeonato del Mundo de Balonmano. Me había llamado la atención el anuncio que aparecía en televisión donde varios jugadores pintados de rojo gritaban la palabra HISPANOS como grito de guerra, orgullosos, como si presintieran lo que se avecinaba.
El domingo me senté en el sofá a ver la final, convencido de que podían ganar, tal era las buenas sensaciones que irradiaba todo el equipo. El partido fue un prodigio de estrategia, buen juego, poderío físico y fuerza mental: ese HISPANOS que unía a todos los miembros del equipo y formaba un todo indestructible hasta anular al equipo danés, en teoría favorito, que no eran capaces de explicarse lo que estaba sucediendo en el campo.
Ya ha pasado anteriormente con la selección de futbol, la ROJA, campeona de Europa y del Mundo, la de Baloncesto, Natación, Motociclismo, Ciclismo, Automovilismo, Tenis… podría seguramente seguir citando deportes donde España domina al mundo. Además de tener buenos deportistas, buenos entrenadores, buenas instalaciones y trabajar muy duro, todos estos deportistas tienen muy claro un objetivo final por el que luchan, todos en la misma dirección, empujando fuerte, aplicando todo su saber. Cada miembro del equipo viene de un lugar de España y una vez en la selección lucha por ella con una fuerza mental envidiable. Ese grito de HISPANOS del anuncio es toda una declaración de principios.
Ahora, esto que funciona tan bien en el deporte y da tan buenos resultados por qué no lo aplicamos a muchos otros colectivos de este país. Imaginemos a los mejores políticos de todo el territorio, los más preparados, aplicando todo su saber y honestidad, remando todos en la misma dirección…. Se saldría de la crisis en volandas.
