Juan José Arconada Pérez
Imaginad un mundo solidario donde los países se ayuden entre sí,
dónde no haya miseria ni guerras,
dónde respetemos las diferentes ideologías,
dónde prime la verdad.
Imaginad un mundo dónde los políticos sean auténticos servidores,
dónde sus derechos y deberes sean los mismos que los de cualquier ciudadano,
dónde todos remen en la misma dirección,
dónde no existan privilegios en función de cargo.
Imaginad una nación dónde haya solidaridad entre regiones,
dónde todos respetemos y amemos nuestra bandera,
dónde la educación no adoctrine,
dónde la sanidad sea de igual calidad.
Imaginad una nación dónde los pensionistas cobren dignamente
dónde se respete a nuestros mayores como los adalides del mundo dónde vivimos,
dónde no haya personas que vivan en la indigencia,
dónde no haya personas solas.
Imaginad nuestra Bañeza con locales repletos de actividad,
dónde reine el bullicio de las gentes y de las calles,
dónde se respire el fluir de gentes y mercancías que otrora tuvo,
dónde las casas estén habitadas de nuevo.
“Diréis que soy un soñador,
pero no soy el único
quizá algún día os suméis a nosotros
y el mundo será de todos” (sic)