La nave anexa a la capilla de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad de La Bañeza luce desde ayer una escultura de bronce de Jesús Resucitado «como símbolo del triunfo de la vida sobre la muerte, que es lo más importante para los cristianos», en palabras del empresario y mecenas de la cofradía José Castaño Pardal, que ha donado esta pieza junto a la hornacina de granito que corona la estructura del nuevo edificio.
Tras haber sido rematado el revestimiento de piedra, Castaño ha querido «dignificar un poco más estas nuevas dependencias» con unas piezas «muy ilustrativas de la Pasión», entre las que además de Jesús Resucitado se encuentra un relieve de la Virgen de la Piedad, obra de un artista de origen italiano, que ha sido colocado en un lateral de la fachada.