La Junta Local de La Bañeza de la Asociación Española Contra el Cáncer celebró anoche su tradicional cena anual para despedir un año lleno de actividades y de éxitos en los que los voluntarios han revivido “el orgullo y el lujo que supone ser miembros de esta organización”, en palabras de su presidenta, Mari Trini del Canto. Con la actuación de Álex González, Javier y César, ‘La Última Legión’ aprovechó el encuentro para donar 356 de la venta de sus camisetas a la AECC y para animar a un auditorio entregado.
El restaurante La Hacienda volvió a ser escenario de una fiesta que, además de celebrar la llegada de la Navidad y recaudar fondos destinados a la lucha contra el cáncer, sirve como homenaje hacia los que ya no están, de agradecimiento a los particulares, empresas e instituciones que colaboran con la AECC y de celebración por un año lleno de éxitos y de reconocimientos para una asociación que cuenta con 3.000 asociados en León.
Mucha gente –150 personas menos de las que quisieron asistir, pero el espacio obligó a la AECC a limitar a 514 los cubiertos y se agotaron tres días antes del evento– y el sorteo de casi doscientos regalos fueron los aspectos más destacados de una cita consolidada en el calendario social de La Bañeza. Una cena a la que acuden muchas personas de localidades del Páramo, de la Valduerna, el Jamuz o la Vega, entre otras comarcas.
La presidenta local de la AECC, Mari Trini del Canto, acompañada por todos los miembros de la junta en su intervención, destacó los logros conseguidos a lo largo de este año y que pasan por una Marcha de la Esperanza imparable, unos talleres ocupacionales multitudinarios o unas cuestaciones para seguir manteniendo los programas de investigación y de apoyo a los enfermos oncológicos que siempre encuentran la solidaridad bañezana y que han permitido a la AECC provincial financiar un nuevo proyecto dotado con 150.000 euros.
“Destinados a ayudar”
Bajo el eslogan “Destinados a ayudar”, la presidenta local destacó el potencial humano de la AECC y remarcó que uno de los objetivos que persigue junto a la investigación es la concienciación y el acompañamiento a los enfermos y sus familiares, mediante un programa de atención directa que en La Bañeza cuenta con un importante grupo de voluntarios para quienes este esfuerzo “es un orgullo” y, como decía la Madre Teresa de Calculta, hoy santa, “A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota”.