Desde primera hora de la mañana y como cada año durante la festividad de Todos los Santos, a lo largo de toda la jornada de este primero de noviembre miles de personas han pasado por el cementerio de La Bañeza para honrar a sus difuntos y llenar de flores el camposanto.
Por la tarde, además del rezo del Santo Rosario, se ofició la tradicional celebración de la eucaristía en el interior de un cementerio cuyos accesos fueron controlados por la Policía Local para garantizar tanto a viandantes como a conductores la máxima comodidad y seguridad.

El sacerdote Arturo Cabo fue el encargado de dirigir el rezo del Santo Rosario antes de la eucaristía.
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