Club D. Atlético Bañezano
Novena ruta de senderismo del club y otra gran aventura la vivida por el grupo de 43 personas que tuvieron la oportunidad de hacerla. Y aunque la ruta era algo complicadilla debido a la altura a la que había que ascender, al final, el esfuerzo mereció la pena.
Con salida a las 9 de la mañana nos llegamos al pueblo de Llamazares donde, tras algún problema para atravesar el pueblo debido a las dimensiones de las calles y del autobús, nos dispusimos a tomar un reparador café y desde allí repartirnos en dos grupos, uno, el más valiente emprende la subida para visitar un hayedo, el otro en una ruta mucho más accesible se acerca a visitar el precioso pueblo de Redilluela para a las dos de la tarde quedar de nuevo en el mismo chiringuito y desde allí emprender la subida a la Cueva de Coribios también en dos grupos.
Una vez allí, la visita con los dos guías, José Luis y Verónica, que nos explicaron detalladamente todas y cada una de las características de una cueva totalmente diferente a la de Valporquero y a otras más reconocidas, ya que sus “corales” y sus juegos de luces la hacen realmente espectacular.
Allí pudimos imaginar o ver, el caballito de mar, la pareja de novios o abuelos, el barco pirata o el castillo, la cara del Cristo, etc, etc, y es que la imaginación en ese lugar corre por la cabeza de forma imparable, y es un lujo poder contemplar las miles de cosas que se pueden adivinar.
Tras la visita a la citada cueva (muy recomendable), la bajada es mucho más cómoda y, sobre todo, más ligera, el hambre empieza a acuciar y nuestros estómagos piden reponer fuerzas, cosa que hacemos de nuevo en el modesto bar del pueblo, donde tras reponer fuerzas y esperar a los del segundo grupo, emprendemos regreso.
Pero antes, una pequeña parada, apenas de 20 minutos para contemplar otra de las maravillas de nuestra Provincia, de nuestra tierra y que nos dejó con mejor sabor de boca aún, por si habíamos tenido poco con la visita a la Cueva. Parada para ver la cascada llamada “Cola de Caballo” de Nocedo de Curueño.
La cascada de Nocedo también conocida como cscada de Cola de Caballo o Cascada del Diablo es uno de los parajes naturales más impresionantes de la provincia leonesa. El río Valdorria que se junta con el Curueño forman la cascada que cae en vertical por un gran pasillo situado entre rocas y las formaciones son inmensas.
Según te vas acercando se va sintiendo el fuerte “rugir” de las aguas y al llegar al recóndito lugar donde cae el agua, el espectáculo es maravillosamente impresionante, tanto, que no puedes por menos que acercarte y notar el agua salpicándote con gran placer.
Ni las fotos, ni los videos pueden expresar la sensación que produce aquello. Tras contemplar esta maravilla y ya con el tiempo más que cumplido, llegamos nuestra tierra, La Bañeza, con el deseo de empezar a preparar la siguiente Ruta que será, esperemos, tan impresionantemente bella como esta.
Tradicional fotografía de grupo de los senderistas bañezanos en su última ruta.
