La Dirección General de Tráfico (DGT) pone en marcha desde este lunes una campaña de vigilancia y control en carreteras secundarias para una conducción más segura y reducir los accidentes, después de que en 2014 se produjeran 956 fallecidos en esas vías, de ellos 89 en Castilla y León.
Las 956 personas muertas en accidentes en carreteras convencionales -un solo carril en cada sentido- representan el 77 por ciento de las víctimas mortales en siniestros en vías interurbanas, que ascendió a 1.241. Además, otras 3.843 personas resultaron heridas y requirieron ingreso por accidentes en este tipo de vías.
En Castilla y León, las 89 víctimas mortales en carreteras secundarias supone el 77 por ciento de las personas fallecidas en accidentes en vías interurnabas, que ascendió a 115. Otras 25 personas resultaron heridas en esos siniestros y fueron ingresadas.
Conforme a esta nueva campaña de la Dirección General de Tráfico se establecen 2.635 puntos de control de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil para controlar, durante una semana, además de la velocidad, los adelantamientos indebidos, la conducción bajo efectos de alcohol o drogas, el uso correcto del casco, el cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantil o la utilización de teléfono móvil.
En Castilla y Leon, cinco de cada diez accidentes mortales en esas carreteras en 2014 fue por colisiones y tres de cada diez por salidas de vía. Estas carreteras representan el 90 por ciento de la red de carreteras del Estado, son las más peligrosas y las que registran una mayor siniestralidad, pese a que la densidad de tráfico es menor que en autopistas y autovías, explica la DGT.
Por ese motivo, las carreteras convencionales son uno de los objetivos prioritarios de la Dirección General de Tráfico, que ha identificado y publicado los 1.314 tramos más peligrosos en los que se intensifica la vigilancia. La DGT explica que esos tramos se han revisado a comienzos de este mes y refleja 360 trazados sen carreteras convencionales de Castilla y León con especial peligrosidad. En los meses de julio, agosto y septiembre, uno de cada cuatro fallecidos en accidentes de tráfico en Castilla y León se produjeron en los tramos identificados como peligrosos.
Un agente de la Guardia Civil de Tráfico durante un control de velocidad con radar.
A ver si tomamos nota y se hace lo mismo dentro de la ciudad.
Controlamos el tráfico, hacemos controles de alcohol y drogas, revisamos documentaciones y aptitud de los conductores para la conducción de los vehículos, y cuando se detecten infracciones y graves (que las hay desgraciadamente) obramos en consecuencia.(muy importante esto último)