La Dirección General de la Guardia Civil publicó hace unos días un concurso de traslados para cubrir un total de 3.611 vacantes de cabos y guardias en el conjunto de España, de las que 392 corresponden a puestos y cuarteles distribuidos por las provincias de Castilla y León. De esta manera, la Comunidad acapara el 10,8 por ciento de esas vacantes a las que podrán optar los agentes ya por antigüedad, por méritos y de libre designación.
Las vacantes publicadas el pasado 3 de marzo en el Boletín Oficial de la Guardia Civil, al que ha tenido acceso la Agencia Ical, forman parte del primer movimiento de personal de la Benemérita del año, después de que en enero pasado se resolviera la asignación de plazas de un concurso iniciado en septiembre de 2019.
Es decir, las vacantes asignadas a Castilla y León permitirán la llegada de guardias civiles pero también la marcha de agentes con destino ahora en la Comunidad a otras regiones. Lo habitual, por la experiencia de otros años, es que Castilla y León pierda guardias civiles en cada movimiento de personal, ya que muchos de los agentes consideran la Comunidad como un lugar de paso, hasta lograr un destino más atractivo.
Las 392 vacantes se distribuyen, principalmente, entre Burgos (79 vacantes) y Soria (60 plazas) que son las provincias donde la Dirección General de la Guardia Civil constata más necesidades de personal. Les siguen Segovia (49) y Valladolid (47), además de Ávila (38), Salamanca (37) y Palencia (32 vacantes). Cierran el listado del concurso las provincias de Zamora (26 vacantes) y León (24 plazas).
Una cifra considerable de vacantes, en concreto 72, se han generado en las capitales de provincia y el alfoz, sobre todo en el Núcleo de Servicios que se encargan, por ejemplo, de la seguridad de edificios como las comandancias, las subdelegaciones del Gobierno, las casas cuartel y las prisiones.
En este caso, se encuentran las once plazas que salen en el Núcleo de Servicios de Soria y las ocho en Burgos capital; seguidas de León (cuatro), además de Ávila, Palencia y Salamanca, con tres en cada caso. Los cuarteles con más necesidades de personal en la Comunidad, a la vista de la oferta de plazas del concurso de la Dirección General, son Briviesca y Sotopalacios (Burgos), con seis vacantes por cubrir. En Segovia, es el Puesto de Sepúlveda, con siete plazas. En la provincia soriana, se ofertan siete en el Puesto de Almazán y seis más en Arcos de Jalón. Además, el cuartel de Zaratan, en el alfoz de Valladolid, se refuerza con 13 plazas.
Asociaciones de agentes de la Guardia Civil como la AUGC (Asociación Unificada de Guardias Civiles) denuncian el «problema acuciante» de la falta de personal en el Cuerpo que se agrava, en su opinión, por la mala planificación. No en vano, recuerda que es poco operativo y rentable mantener unidades con cuatro agentes en pequeños puestos que apenas prestan servicio. Considera que es una organización territorial de hace 80 años y que el cuartel en sí no da seguridad, por lo que se necesitan los efectivos en las calles. Además, el escaso número de guardias ocasiona cuarteles cerrados durante la mayor parte de la semana o bien atendiendo tareas administrativas en lugar de velar por la seguridad ciudadana y ser un policía de proximidad.
Hasta el punto de que la AUGC asegura que los guardias civiles también sufren las consecuencias de la España vaciada. «Los agentes, como ciudadanos en el actual medio rural, carecen, al igual que sus vecinos, de servicios básicos, sino también como guardias civiles que deben trabajar en condiciones aún más precarias que sus compañeros que prestan servicio en otras zonas más pobladas», alerta la asociación.
Ante esta situación, la organización entiende que no tiene mucho sentido la actual distribución territorial de unidades, por lo que se debería «subsanar» con una nueva distribución de unidades operativas territoriales y con la creación de puestos principales en los que se engloben plantillas grandes con distintas especialidades, con más agentes de patrulla para reducir los tiempos de reacción ante un aviso y así cubrir grandes extensiones y núcleos operativos.