Con la apertura oficial de la décima edición de la Feria del Motor, que estará abierta hasta el domingo por la tarde en el pabellón del colegio Nuestra Señora del Carmen, y la llegada de buena parte de los miles de aficionados que estos tres días se dan cita en la ciudad para presenciar el Gran Premio de Velocidad, La Bañeza ya lleva “sobre ruedas” el fin de semana más motero y con olor a gasolina de todo el año gracias a una cita que sigue creciendo y que cada vez genera mayor interés fuera de España.
Organizada por el Ayuntamiento de La Bañeza y capaz de autofinanciarse, incluso de generar beneficios, la Feria del Motor cumple este año sus primeras diez ediciones y lo hace con el mayor número de expositores especializados en servicios relacionados con el mundo del motociclismo o de los automóviles se han dado cita en ella. En su inauguración, el alcalde, José Miguel Palazuelo, y el concejal de Ferias, Tomás Gallego, -que estuvieron acompañados por José Luis Falagán y Tino Rodríguez- coincidieron en señalar «la gran aceptación que tiene esta muestra tanto entre visitantes como entre expositores que siempre marchan contentos y vuelven año tras año, desplazándose desde Cataluña o Andalucía», con veinticinco empresas llegadas de distintos puntos de España más el consistorio –con la oficina de Turismo– dando como resultado la edición más renovada de cuantas se han realizado hasta la fecha.
Once nuevos expositores (seis más, en total, que los que participaron el año pasado) debutan en esta cita que se completa con una exposición de motocicletas BMW, además de las ya habituales colecciones de motos clásicas pertenecientes a la Asociación de Amigos de las Motos Clásicas de La Bañeza y a distintos particulares. Muy cerca del recinto ferial y organizada por una de las peñas que participan en las fiestas de La Asunción y San Roque, la exhibición de minimotos logró reunir en la calle Juan Carlos I a un importante número de espectadores que confirman que La Bañeza es la capital del motor.