José Cruz Cabo
La Fundación Conrado Blanco ha editado el cuarto tomo de la Colección Charín de poesía infantil y Juvenil, que lleva por título “Antología poética Corazón de Estrella” y como los tres anteriores es un libro para leer varias veces y conservar para nuestras generaciones futuras.
Comienza con el prólogo del poeta y escritor leonés Máximo Cayón Dieguez y sigue con la dedicatoria de Conrado Blanco a su fallecida esposa Charo González. La directora de la revista, María del Camino Ochoa, explica “que este proyecto literario está consolidado como una firme realidad” y comienza el libro con “El cuentista y otros poemas”, que además los textos están ilustrados por el genial dibujante Fernando Noriega, porque si los poemas que lleva el libro son muy buenos, los dibujos tienen una calidad tan extraordinaria, que elevan la categoría del libro a cotas insuperables.
El ganador del premio de poesía infantil y juvenil, que logró el pasado año el premio nacional de poesía infantil Charo González, explica su currículum y se inicia con la poesía ganadora de Jorge Galán, hispano de la República de El Salvador, que nos envuelve con su musicalidad y ternura, completadas con dos poemas más de la misma calidad. La segunda parte es de “Versos diversos” y en esta parte se publican poesías de Ana Merino, Alfonso Pascal Ros, María del Camino Ochoa Fuertes, Raquel Lanseros, Javier Asiain, Ignacio Sanz, Marisa Lopez Soria, Beatriz Berrocal, Mercedes G. Rojo, Domingo del Prado y José González Torices.
La tercera parte está dedicada a “La Navidad en Primavera”, con poesías de Jorge de Arco, Máximo Cayón Diéguez, Alfonso Pascal Ros, Apuleyo Soto y María del Camino Ochoa Fuertes, aunque el libro finaliza con el “Aula de Expresión Poética” y, como dice Elena Felipe Mayayo, “este trabajo lleva implícito la toma de conciencia por parte de los educadores y los padres, de que la poesía es uno de los primeros contactos que tienen los niños con el lenguaje y por eso son ellos los mejores receptores de la misma, por lo que hay que hacérsela trabajar de varias maneras intentando que la hagan ellos y la describan.
Después hay un trabajo para los educadores de Carmen Truchado “sobre las especias” y la doctora en filología hispánica Dolores Alonso-Cortés Fradejas pone de ejemplo “El niño de aire”, para trabajar con el desarrollo de la comprensión lectora y el tomo; finaliza con la lección de Teresa Llamazares Prieto con “El Cuentista”, para presentar el tipo de texto que van a leer los niños y antes activar los conocimientos previos.
La verdad es que para los niños y para todos los que les guste la poesía de calidad y de gran belleza este libro cumple con todas las expectativas, para adentrarse en la poesía y en el dibujo. Además, el libro está editado por la bañezana editorial Monte Riego e impreso en Gráficas Nino para la Fundación Conrado Blanco, con la gran calidad que se espera siempre de sus obras.
