La feria de stocks cerró ayer las puertas de su séptima edición en un fin de semana en que la lluvia fue la protagonista; sin embargo, durante el sábado el recinto del colegio San José de Calasanz recibió a un público bastante importante, según señalaron ayer algunos de los 13 comerciantes que participaron en la cita.
Por su parte, la concejala de Promoción Económica, Maite Aldonza, consideraba ayer que las ventas habían sido algo ‘más flojas’ que ediciones anteriores no por la feria, sino en el contexto actual de crisis económica. Al mismo tiempo, la edil del área encargada de organizar la feria señaló que “muchos de los empresarios han participado desde la primera cita y continúan asistiendo para poder sacar los restos de temporada, producto que, en la tienda, no venderían”.
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