Los fuertes vientos de los últimos días, particularmente de este jueves, junto a la lluvia, han provocado la caída de muchos maíces que todavía están por cosechar en la provincia de León, unos daños que han afectado en mayor o menor medida a 26.000 hectáreas de cultivo en las comarcas de Sahagún, Páramo, Esla-Campos, Tierras de León, Astorga y La Bañeza.
Los daños son desiguales a nivel de zona y de parcela y ha influido, además de la intensidad de las rachas de viento, el vigor de la planta, la variedad cultivada e incluso cuestiones agronómicas como el sistema de riego empleado, y se deben a la imposibilidad de recoger las mazorcas por las cosechadoras, dado que la planta se ha quedado pegada al suelo. Otro daño colateral es que estas mazorcas que quedan en el campo nacen con el cultivo del año siguiente ocasionando pérdidas por menor producción y mayores costes en labores y tratamientos.
Estos daños son difíciles de evaluar ya que exigiría una peritación parcela a parcela en más de 10.000 fincas en las que todavía quedan maíces por cosechar. Además, Asaja teme que por desgracia los daños se sigan acumulando en los próximos días donde las previsiones meteorológicas son de lluvia, viento y nieve.
Los partes, hasta el día 28
Los agricultores que suscribieron el seguro de este cultivo en primavera tienen asegurado también contra esta contingencia de daños por viento, por lo que podrán percibir las compensaciones establecidas. Para esto hay que tramitar los partes de siniestro ante la compañía Agroseguro antes del 28 de febrero. Los daños se evalúan a nivel de parcela y tienen una franquicia del 20 por ciento. Asaja estima que se encuentran aseguradas el 45% de las 26.000 hectáreas afectadas.