Ya en 1928 el Ayuntamiento de La Bañeza había reclamado al ministerio de Instrucción Pública la construcción de un segundo Grupo Escolar en el solar del antiguo Teatro Municipal cedido para ello, y ocho años más tarde, en el pleno del 11 de marzo de 1936, proponía el concejal Porfirio González Manjarín que el Consistorio gestione conseguir la edificación de sendos Grupos Escolares en los barrios del Polvorín y del Jardín, y confía el alcalde Joaquín Lombó Pollán en que este asunto sea llevado al Consejo local de Primera Enseñanza por el edil Toribio González Prieto y en que se formulará en el mismo la propuesta más conveniente según las necesidades de la población escolar, ya sea para construir Grupos o Escuelas Unitarias.
En la sesión municipal del 15 de abril del mismo año planteará Joaquín González Duviz, gestor de la recién designada Comisión Gestora frentepopulista, que el Ayuntamiento debe de atender al problema del paro (agravado por las lluvias desde hace tiempo padecidas y que no cesan) solicitando un crédito al Instituto Nacional de Previsión con el que construir Grupos Escolares, y que se estudie la posibilidad de crear un Instituto de Segunda Enseñanza y profesional de artes e industrias. El asunto del Instituto, propuesto por el gestor Isaac Nistal Blanco, era uno de los llevados por la comisión de corporativos que ha poco se desplazó a Madrid, se le responde, y en cuanto a los Grupos Escolares, requeridos por González Manjarín, el Ayuntamiento ya trató sobre ello en un anterior pleno, y ya el Consejo local de Primera Enseñanza se informo de que la ciudad precisa Escuelas Unitarias más que Grupos Escolares, y sin necesidad de crédito puede abordarse su construcción si el Estado contribuyera con 10.000 ó 12.000 pesetas (según fueran escuelas o grupos), siendo el medio más rápido de resolver esta cuestión. Insistirá González Duviz en la sesión celebrada cinco días más tarde en que también debe pretenderse la construcción de Grupos Escolares, ofreciendo que el Consejo local de Primera Enseñanza, en el que es vocal, estudie el asunto para después lograr del INP el crédito preciso, reiterando el alcalde sus manifestaciones de la anterior reunión, y que siguiendo el procedimiento legal se podrían construir las escuelas necesarias sin crédito alguno, sino solamente que el contratista cobre cuando el Estado entregase las subvenciones que concede para estos edificios.
Manifiesta Joaquín González Duviz en el pleno del 29 de abril que el Consejo escolar en su reunión de la semana pasada vio la necesidad de que se construyan en La Bañeza dos Grupos Escolares, en los barrios del Polvorín y del Jardín (en el solar que el Ayuntamiento discute con Gaspar Julio Pérez Alonso), aunque estimaba que también podría ser una solución la construcción de Escuelas Unitarias, y le ruega González Manjarín que ante el Consejo sostenga el criterio de la Corporación (de que debe atenderse a la comodidad del vecindario y no a la de los maestros), “que es sostener el criterio socialista”, y añade Isaac Nistal que debiera procurarse construir casas para los maestros en los mismos edificios-escuelas, teniendo en cuenta que para ello también concede subvenciones el Estado, acordándose invitar al Inspector para que venga y conozca los emplazamientos que el Consistorio ofrece.
Se aprobaba el 20 de mayo abonar a Patricio Fraile Ruiz una cuenta por dos viajes a León en relación con la visita de la Inspectora de Primera Enseñanza de la zona (desconocemos si lo seguía siendo la señorita Francisca Bohigas, en el octavo mes de su embarazo entonces), que hizo acompañada por el arquitecto provincial, Juan Torbado Franco, por el asunto de la construcción de las escuelas. A uno y otra les gustaron mucho los solares ofrecidos por el Ayuntamiento, y se propone en la sesión de aquella fecha que cuanto antes se proceda al levantamiento de los planos y la confección de sus proyectos en colaboración de los dos arquitectos, el municipal y el provincial. Las subvenciones que concede el Estado para escuelas suponen una importante suma, según expone el gestor González Duviz que le manifestó en León el Inspector jefe de Enseñanza, 12.000 pesetas para cada sección de Escuelas Graduadas, y otras tantas para duchas y baños una cantidad, y para bibliotecas la otra, habiéndole añadido “estar dispuesto a gestionar que se concedan aquí las máximas posibles”. Se acuerda aprobar lo realizado por la comisión municipal que se desplazó a la capital por considerarlo un gran beneficio para el pueblo, y “que no se abandone asunto tan urgente, más ahora que se avecina la sustitución de la enseñanza religiosa”.
Acuerda el pleno bañezano del 3 de junio de 1936 que los arquitectos Miguel Baz García (que lo es municipal), Juan Torbado Franco, y Ramón Cañas del Río (sería presidente de la Diputación Provincial de abril de 1949 al mismo mes de 1952) se encarguen de confeccionar el proyecto necesario para construir dos Grupos Escolares de siete secciones cada uno en esta ciudad en los emplazamientos que en definitiva se señalen de acuerdo con la Inspección de Primera Enseñanza, con subvenciones del Estado, y que ellos dirijan las obras de dichos Grupos. Se piensa en situarlos en el Jardín y el Polvorín, y se espera de la colaboración de los tres arquitectos que cuanto antes se elaboren y se aprueben los proyectos. La última referencia que en la documentación municipal hallamos a este asunto antes de la sublevación militar del 18 de julio trata de la consulta que una semana más tarde se hace a la Dirección General de Primera Enseñanza interesando saber “si para solicitar subvención del Estado para la construcción de Grupos Escolares basta con un solo proyecto del arquitecto”.
En 1936 había 908 escuelas en la diócesis de León, con matrícula de 44.240 alumnos, más 18 escuelas de religiosos con 4.683 alumnos. En febrero de 1939 seguirán funcionando en La Bañeza dos Escuelas Unitarias (de niños y de niñas), y cinco grados o secciones (como ya los había habido, al menos, en los cursos de 1932, 1934 y 1936) en cada una de las dos Escuelas Graduadas, de niños y de niñas, servidas por maestros y maestras, del único Grupo Escolar que continuaba existiendo. En las pedanías de San Mamés y de Sacaojos seguía habiendo sendas escuelas mixtas, servidas entonces por maestra y por maestro (según el informe que entonces enviaba la alcaldía al Gobierno Civil de la provincia).
En junio de 1947, cuando se inauguraba el Centro Secundario de Sanidad, próximos a terminar el abastecimiento de agua potable y el alcantarillado (se haría al cabo de año y medio), e iniciada la construcción del Seminario Menor Diocesano, seguían siendo en La Bañeza aspiraciones contar con una digna Casa de Juzgados (de la que había ya proyecto), un plan de pavimentación de calles y la confección de un plano de urbanización, una plaza de abastos, un centro de alimentación infantil de Auxilio Social, un centro de Enseñanza Media “para nuestra juventud artesana y agrícola”, casas para maestros, y “un edificio de escuelas y viviendas de maestros en el más caracterizado y populoso barrio obrero”.
Del libro LOS PROLEGÓMENOS DE LA TRAGEDIA (Historia menuda y minuciosa de las gentes de las Tierras Bañezanas -Valduerna, Valdería, Vegas del Tuerto y el Jamuz, La Cabrera, el Páramo y la Ribera del Órbigo- y de otras localidades provinciales -León y Astorga-, de 1808 a 1936), publicado en 2013 en Ediciones del Lobo Sapiens) por José Cabañas González. (Más información en www.jiminiegos36.com)