He acudido hoy, sábado 12 de febrero, a la presentación de la Musa del Carnaval en los salones del Círculo Mercantil. He conocido a Noemí, la Musa del Carnaval 2011, a la que tendré el honor de pregonar en el acto de su proclamación el día 26 de febrero próximo.
Son ya 20 años los que han pasado desde aquel 1991 en que José Blanco planteó una idea sin saber muy bien como realizarla, pero su capacidad de líder nato salió a relucir y fuimos muchos amigos, además de los miembros del grupo Salsa, los que colaboramos con él en aquella nueva aventura. Recuerdo la imagen que presidía el escenario, una musa de tres metros de altura que yo pinté sobre porexpan y que sirvió como escenografía en los primeros años en la recordada sala de Fiestas Ramsés II.
Los años fueron pasando y muchas jóvenes bañezanas llevan con orgullo pertenecer a este selecto club de las Musas del Carnaval. Hoy he comprobado como Estefanía y Judith, las anteriores musas, se mostraban orgullosas de haber desempeñado este papel y animaban a Noemí para que disfrutara a tope de algo tan efímero pero, al mismo tiempo, perdurable en su memoria.
Se habla mucho sobre estos actos que exaltan la belleza de la mujer. Hay detractores y defensores por igual. Lo cierto es que la Musa tiene su lugar dentro del Carnaval Bañezano, como lo tienen muchas otras figuras, grupos, o individualidades. La Musa aporta una de las características que siempre llevó a gala el grupo Salsa, el glamour, ese anglicismo a mitad de camino entre belleza, elegancia y sofisticación. Su gala de proclamación adelanta el carnaval en una semana como preludio del mismo, siempre muy cuidada por los miembros del grupo Salsa. La gala se celebró primero en Ramsés II y ahora, desde hace unos años, en el Polideportivo de San José de Calasanz, pidiendo a gritos la belleza, elegancia y medios técnicos de un teatro a punto de inaugurarse, para demostrar, más aún si cabe, que un carnaval de Interés Nacional necesita también de la belleza y simpatía de la mujer bañezana en una estupenda gala o capitaneando el carnaval desde lo alto de una carroza.
A mí, este año, me tocará cantar sus excelencias. Todas las musas han destacado por su belleza y Noemí cumple con creces el baremo del grupo Salsa. Los pregoneros anteriores ya lo han dicho todo y a mí me toca intentar ser original, trataré de hacer un pregón en verso que acabe con una canción, para después cantar tres canciones más con mis compañeros de La Charra que me arroparán en este acto.
En fin, este año la calificación de Fiesta de Interés Turístico Nacional, marca un antes y un después del Carnaval Bañezano, que debe conservar la esencia del carnaval de antaño que nos legaron los viejos carnavaleros, potenciar las novedades que han ocurrido en estos últimos 25 años e imaginar nuevas formas de Carnaval, con los medios que contamos actualmente, para seguir capitaneando la oferta provincial y aportar al carnaval nacional un nuevo nombre que, seguramente, sonará con fuerza, porque la juventud que viene tiene ganas de Carnaval. También es cierto que hay que pulir todos los defectos que tenemos para que nuestra imagen sea sinónimo de juega y diversión sana.
Este año el Aquelarre con tamborrada incluida, promete ser un espectacular arranque de la Noche Bruja y, para finalizar una gran noticia: León no celebra el desfile el martes, lo traslada al sábado, por lo que deja el camino libre al desfile bañezano que tiene que volver al esplendor de años pasados.
El carnaval de La Bañeza está vivo y con ganas y si todos sumamos energías, podemos hacer de él un evento para el disfrute de jóvenes y mayores, de individuales y colectivos, de bañezanos y forasteros. Hay que cuidarlo todo para que todo salga bien. Manos a la obra.
