Con los esfuerzos propios de dos años en blanco, la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno ha puesto en la calle la práctica totalidad de su patrimonio imaginero con las primeras luces del día de este Viernes Santo en la denominada procesión de Pasión, con estación de penitencia en la plaza Obispo Alcolea para el encuentro con Nuestra Señora de la Amargura.
Tras la procesión de Pasión, turno para el reparto de las sopas de ajo en la capilla de Jesús Nazareno, otra de las tradiciones que han vuelto tras el paréntesis que la Semana Santa de La Bañeza vive desde 2019.
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