En la iglesia parroquial de Santa María de la Asunción, donde tantas veces demostró sus profundas convicciones cristianas y ante cientos de familiares, amigos, allegados, conocidos o vecinos, la sociedad bañezana despidió este viernes a uno de sus hijos más ilustres, Conrado Blanco González, que falleció ayer en su localidad natal a los 92 años y después de haber dejado a sus paisanos un importante legado tanto material como intangible.
La Corporación Municipal, prácticamente en pleno, representantes de las cofradías, asociaciones, clubes deportivos, medios de comunicación, empresarios, alcaldes de la comarca, personalidades del mundo de la cultura y del deporte… decenas de bañezanos que conocieron la labor de Conrado quisieron rendirle el último adiós como agradecimiento por su labor de mecenazgo, de recuperación de las tradiciones y de investigación para dar a conocer el pasado de estas tierras “del Viejo Reino de León”, como tantas veces se refirió a su amada ciudad en sus escritos.
Oficiada por el párroco de Santa María, Jerónimo Martínez, y concelebrada por varios sacerdotes de La Bañeza y comarca, la misa de funeral contó con la participación musical de Elena González, de la Coral del Milenario y de la Banda Municipal de Música, que acompañó la comitiva fúnebre por la calle del Reloj, justo donde Conrado vivió y murió rodeado de sus más allegados.
Agradecimiento de la Fundación
Ante el féretro de Conrado y después de la celebración religiosa en la que Martínez recordó no sólo al mecenas sino a su inseparable esposa, Charo González, la secretaria de la Fundación Conrado Blanco y hermana política del que fuera Cronista Oficial de La Bañeza desde 1977, Luisa Arias, agradeció en nombre de la familia y de la entidad todas las muestras de cariño recibidas durante estos días.