Los vecinos de Villamontán posan con su nuevo pendón, estrenado este sábado para ir a Castrotierra.
El Santuario de la Virgen del Castro se ha vuelto a convertir este sábado, 7 de junio, en epicentro del folclore y la religiosidad de la zona de la Valduerna con motivo de las tradicionales Pascuas de Pentecostés, una fiesta que cada año reúne a cientos de vecinos de nueve localidades de la zona para llegar en procesión con su imagen de la Virgen María en la advocación del Rosario, la cruz parroquial y el pendón hasta el templo donde se venera la patrona de la comarca, que próximamente será coronada canónicamente.
Las Pascuas de Pentecostés -tal y como exige la costumbre- volvieron a reunir a los vecinos de Palacios de la Valduerna, Valle, Ribas, Redelga, Villamontán, Villalís, Miñambres, Fresno y Castrotierra, la localidad anfitriona a la que en torno a las doce del mediodía llegaron las distintas procesiones que habían salido de sus pueblos de origen una hora antes. Una vez en la cima, y con todas las imágenes religiosas en el interior del templo, el rezo del Rosario y la celebración de la Eucaristía dieron por concluidos los actos litúrgicos.
Nuevo pendón de Villamontán
Después de la comida campestre, los romeros volvieron a sus pueblos de origen deshaciendo el trayecto de ida, con una comitiva precedida por los respectivos pendones de cada localidad y desafiando al fuerte viento presente durante toda la jornada. Cabe destacar, en este sentido, que Villamontán estrenó ayer su nueva enseña, un pendón de colores carmesí, verde y blanco que reproduce el anterior.
José Antonio Ordóñez entrega el documento al alcalde de Riego.
Un documento para el Centro
Otra de las novedades de este año fue la entrega al Centro de Pendones por parte de José Antonio Ordoñez Martínez (Pendoneros de León) de la copia de un legajo fechado en el año 1581 donde se da a conocer tanto el origen como las características del pendón de Castrotierra, documento que ha pasado a formar parte del fondo documental de este nuevo museo de la comarca.
Bonita jornada de convivencia valduernesa en el santuario de Castrotierra. Que cada año siga aumentando la afluencia de asistentes y, si el tiempo lo permite, nos quedemos a comer nuestras viandas en las inmediaciones del santuario. Era la costumbre de nuestros abuelos. Arriba La Valduerna!