Simón Rabanal Celada
Cualquiera que hoy se interese por el fútbol conoce los nombres de los grandes jugadores y no esconde su admiración cuando el equipo consigue resultados positivos. Menos conocida es la labor que esos mismos jugadores llevan a cabo desde la institución que representan con personas que tienen algún tipo de discapacidad o la enfermedad los mantiene postrados en una cama de hospital. Ese tipo de acciones, que pasan desapercibidas, dignifican a quien las lleva a cabo, sea o no famoso.
Ocurrió el pasado jueves. Abraham Alonso, alumno de segundo de la E.S.O. del I.E.S. Ornia de La Bañeza tuvo la suerte de visitar las instalaciones deportivas que tiene el Real Madrid en Valdebebas. En esa visita participaron otros niños para los que la vida es un constante trasiego de casa al hospital para hacer pruebas, revisiones, valorar la evolución de la enfermedad…
La iniciativa comenzó a gestarse hace tiempo. Desde el Instituto contactamos con el departamento de Protocolo del Real Madrid y este diseñó un plan para conseguir que Abraham pudiese ver a los jugadores del primer equipo, su entrenamiento, las instalaciones y tuviese un disco con las fotos que el fotógrafo oficial del equipo les iba a hacer de forma gratuita en recuerdo de su visita. Podría parecer que una institución como esta, que acoge tanto nombre famoso y es seguida por tantas personas, iba a tramitar la visita sin más dedicación que la exigida por la fama y el montón de circunstancias mediáticas que rodean a un club como este. Y sin embargo no ocurrió así.
Cuando Abraham entró en el complejo de Valdebebas un cúmulo de sensaciones se apoderó de él; no imaginó que iba a posar con todos los jugadores que poco a poco venían al entrenamiento, que uno por uno le iban a firmar un balón y una camiseta, pero, sobre todo, le iban a dedicar un poco de su tiempo, un saludo y una amable sonrisa. Y todo esto sin cámaras, sin prensa, a puerta cerrada, en la intimidad y con la mayor naturalidad. Y el efecto fue inmediato: el rostro de Abraham, pálido y desencajado por los nervios del momento, mostraba una emoción indescriptible; era como si todas sus ilusiones se filtrasen a su cuerpo y su mente las fuera utilizando como una nueva fuerza vital.
El día a día de Abraham ha cambiado. Ser hincha del Real Madrid no es solo conocer el nombre de los jugadores del primer equipo, sino también verse grande entre los grandes. Una foto entre los mejores ayuda a vivir. Y todo en la intimidad, en el trato sincero y cercano. El Real Madrid sabe acrecentar la ilusión y las ganas de vivir de unos chavales, de Abraham, hincha de un gran equipo.
Abraham, en el centro con la camiseta rosa, con otros chicos que conocieron al Real Madrid.
Enhorabuena, espero que te lo hayas pasado muy bien. Cuidate y espero verte pronto.
Que guay Abraham!! Menuda emoción, no? Ya nos contarás los detalles cuando nos veamos este verano entre chuleta y chuleta. Hay que celebrarlo con una buena parrilla!!!
Muchos besos.
Ese Abraham!! Suerte han tenido los galácticos de conocerte a ti, como me alegro de que lo hayas disfrutao, Felicidades!!!
felicidades salao, eres hincha del mejor equipo del mundo y te lo mereces.
enhorabuena chaval!