Los bañezanos han conseguido celebrar esta mañana el Domingo de Ramos con toda la solemnidad de siempre y por partida doble, a pesar de la constante amenaza de lluvia que obligó a reducir el recorrido del desfile organizado por la cofradía de las Angustias y a acelerar la llegada de La Borriquilla a la iglesia de Santa María en la procesión organizada por la de Jesús Nazareno cuando empezaron a caer las primeras gotas de agua.
La más madrugadora fue la cofradía de las Angustias, que a las once de la mañana tuvo la bendición de los ramos en la entrada de la ermita para dirigirse posteriormente a la iglesia de El Salvador en procesión. Una hora después, el paso de la Borriquilla salía de la capilla de Jesús para dirigirse a la plaza Mayor y proceder a la bendición de ramos y palmas en el atrio de la iglesia.
Después de una hora de recorrido -por el itinerario de siempre pero con la necesidad de apurar la marcha al llegar a la calle Del Reloj- la talla portada por los cofrades de Jesús Nazareno volvió a la iglesia para dar comienzo a la Eucaristía en la que actuó la Banda de Cornetas y Tambores de la hermandad. Tras la misa, se realizó el traslado solemne de la Virgen de la Amargura a la iglesia para dar comienzo al triduo en su honor y que finalizará con la procesión del Silencio, este miércoles.