Fotografía de archivo de un campo de maíz.
Pese a que ya se están acabando de cosechar las cerca de 1.500 hectáreas que quedaban de maíz seco, en la sesión de la lonja de León celebrada de este miércoles ha sido «imposible» fijar un precio de cotización puesto que las posturas de almacenistas y agricultores eran muy distantes.
«El pánico se ha apoderado de los mercados y los precios internacionales están disparados y aquí la cautela de los compradores se está imponiendo y no quieren asumir riesgos», señalan desde la Lonja Agropecuaria de León.
La invasión rusa de Ucrania, aseguran, está provocando «un nerviosismo nunca visto en cuanto a los precios», ya que se trata de dos de los principales exportadores de cereales, paralizando los puertos ucranianos y ralentizando la de los puertos rusos puesto que la navegación se ha vuelto peligrosa en el mar Negro y además Turquía ha cerrado el Bósforo
«Es difícil prever cuándo se volverá a la normalidad, el día del cese del alto al fuego habrá que tener en cuenta cuánto tardará Ucrania en reanudar los embarques, teniendo en cuenta también que muchas transacciones ya realizadas pero pendientes de entrega, no llegarán», expresan.
En la Lonja también preocupa cómo se realizaran las siembras de primavera principalmente de maíz en un país en guerra y es probable que haya que redefinir un nuevo orden mundial en cuanto a cereales. Cabe recordar que España importa de Ucrania el 30% del maíz que consume, el 17% del trigo y el 60% de aceite de girasol.
